Puerta Grande para ambos. Encierro muy complicados de Aguadulce
Plaza de toros de Torremolinos, un cuarto de plaza.
Astados de Aguadulce, muy complicados y difíciles.
José Antonio Mancebo: oreja y oreja.
Manuel Moreno: oreja y oreja.
FOTOGALERÍA:BORJA
MOYA
Un festejo de rejones para José Antonio
Mancebo y Manuel Moreno que se enfrentaran a astados
de Aguadulce. A la postre, muy complicados y difíciles que
embestían por delante de las cabalgaduras y esperan para arrancase de forma
violenta. Festejo mano a mano,que terminó con los dos rejoneadores por la
Puerta Grande.
Tanto el malagueño Mancebo, como el sevillano Moreno
dejaron patente conceptos bien distintos. José Antonio estuvo voluntarioso ante su lote, mientras Manuel se
mostró con un rejoneo de alto nivel sustentado en la raza y el buen hacer. Cierto que empataron en orejas pero sin duda
que Manuel Moreno dejó ver que está
preparado para el gran circuito por cuadra y concepto.
El sevillano
realizó un rejoneo de alta nota y exposición ante el segundo de la terde, un
animal muy difícil. Se emplazaba el de Aguadulce
esperando mucho al caballero y además se metía por delante en cada
embroque. Montó a Camarón de salida.
Ferrari y Jerez en banderillas en un tercio donde todo lo hizo Moreno, llegándole al máximo a su
astado. Finalizó su brillante labor con Vino
en un carrusel volcado en todo el lomo. Oreja. El cierraplaza fue
otro astado muy complicado. El sexto pegaba arreones y se metía por delante en
cada embestida. Moreno volvió a
brillar con una cuadra torera y valiente. Rejoneo clásico y enrazado a la vez. Duque de salida para un sólo rejón. Vivir y sobre todo Camarón protagonizaron un tercio de banderillas muy torero y
vistoso. El de Herrera (Sevilla) arriesgó mostrando valor y mucho conocimiento.
Montó a Vino al final y dejó un
rejonazo. Oreja a buen rejoneo y a la raza del sevillano.
Por su
parte, José Antonio Mancebo, se
enfrentó a un astado complicado, pupilo de Aguadulce
que salió sin celo y marcando mansedumbre. Mancebo
tiró de voluntad y estuvo entregado, poniendo toda la transmisión que le faltó
a su oponente. Oreja.El tercero de la tarde resultó igual de complicado como
sus hermanos anteriores. Con él, Mancebo
puso nuevamente un rejoneo entrega para sobreponerse a todas las dificultades
de su segundo astado. El malagueño estuvo porfión en cada encuentro por la
negativa a acometer del tercero. Hubo momentos más lúcidos, con otros más trabados, pero en conjunto por encima de su astado.
Oreja al tesón.
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