Pedro Delgado estaba allí. Un festival de aquellos de verano. Con carteles rematados de figuras. aspirantes, amigos y poetas.
Misa en casa del Cura Girón, con el ruido de las monas sobre la solería asolerada.
Recuerdos de un festival que este año ha muerto
en pro de una dignidad mercenaria y falsa |
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