Entrevista al joven ganadero que se presenta en Huelva como responsable del hierro familiar en la página web de la ganadería
Tiene a Huelva constantemente en su pensamiento. Y eso, en el año en que José Luis Pereda López se ha hecho de pleno con las riendas de la ganadería que fundó su padre, es mucho. Tanto como casi todo. Las Colombinas de 2014 son las de su paso al frente en la plaza de su tierra y de su casa. Por eso cuida con sumo celo cada detalle que tiene que ver con la que puede ser para él la corrida de toros más exigente del año. He aquí parte de sus ilusiones.
José Luis Pereda López apenas sale del campo. Su vida transcurre a medio camino entre Herdade do Barroso, su casa en Moura, y La Dehesilla, el laboratorio en Rosal de la Frontera donde se cuecue el presente y el futuro de los diferentes hierros de la familia. Las cosas marchan bien en lo que va de temporada. Queda, es verdad, el dolor por Madrid, por no haber podido lidiar en Las Ventas la corrida prevista, por haber tenido que tomar la decisión de traérsela al campo para no lidiarla parcialmente en una plaza en la que, o se está de verdad, o mejor no se está. Pero salvo eso, la campaña de 2014 va bien. Varias reses de vuelta al ruedo, muchos triunfos propiciados y, como consecuencia, algunas puertas que parecían cerradas y que se van abriendo. Por ejemplo, entrar de nuevo en carteles de primer nivel como el del próximo 1 de agosto en Huelva con Enrique Ponce, Iván Fandiño y Alejandro Talavante. De ese día, de su trabajo de cada día, del año más decisivo de su vida reflexiona ya José Luis Pereda.
- Lleva vividas muchas ferias de Colombinas ya. Como espectador o como partícipe de la ganadería junto a su padre. Pero estas Colombinas de 2014 son muy especiales para usted, ¿verdad?
- Muy especiales, sin duda. Es la primera vez que mi padre no va a estar al frente de todo y, además, volvemos para lidiar una corrida de toros después de la ausencia del año pasado. Lo hacemos, además, con un cartel con tres toreros que son figuras del toreo y eso multiplica por mucho la responsabilidad que tiene el ganadero por que todo salga bien. Y no sólo hablo de responsabilidad para con los toreros, sino, también y sobre todo, con el público y con los aficionados. Tenemos la obligación de hacer que se diviertan y de que tengan ganas de volver. Y en eso el juego de los toros tiene mucho que decir. Por eso Huelva pesa tanto
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