La ganadería de Zalduendo ha sido el escenario de la segunda jornada del concurso con el que Perera quiere acercar el entrenamiento en el campo a los aficionados. En realidad, ha sido el primero, ya que mal tiempo obligó a suspender el de la semana pasada, que estaba programado en Fuente Ymbro.
El día ha comenzado en Puebla de Obando (Badajoz), donde se han dado cita todos los concursantes con Miguel Ángel Perera, su aporado, Fernando Cepeda, y la cuadrilla.Herlander Infante venía desde Elvas (Portugal), Paco Santano desde Cáceres, Juan Luis Moreno de Badajoz, José Manuel Santos lo hacía desde Almendralejo yFrancisco Santiago desde Fuente del Maestre, amabas localidades de la provincia pacense.
Una agradable comida ha precedido a una tarde de campo extraordinaria; lucía el sol y la temperatura era de lo más agradable. Don Fernando Domecq echó para adelante cuatro vacas, entre las que destacó la tercera, que fue extraordinaria. Se pudo ver a un Perera en perfecto estado y sorteando todas las exigencias de cada una de ellas con gran capacidad.
Fue justo con la tercera con la que los concursantes lo vieron más claro, y decidieron hacer la prueba con los trastos en la mano y en la cara del animal, bien atentos a las indicaciones que les iba dando desde cerca Miguel Ángel Perera. La suerte fue desigual para unos que para otros, pero en lo que todos coincidieron al finalizar el tentadero era en que, desde ese instante, su percepción del toreo había cambiado completamente, "porque hay que tener mucho valor para ponerse delante", según comentaron.
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