Fue en Cieza, Murcia, y Padilla le ofreció los palos, Salvador se acordó de su padre,Luis Mariscal, de su tío, Pedro Santiponce y... de su hermano herido de mucha gravedad en La Maestranza hace nueve días y aceptó el reto.
Hay muchas formas calladas de reconocer las cosas más profundas. El destino quiso que no llegara a poner los palos. Que cruel.
Bravo matador, ahora queda la lesión de tobillo, bueno, y el reconocimiento a una profesión dura, la de tu gente.
Por cierto mirad que cartel me encontre el otro día en el despacho museo de Rafael Ortiz.
¿Sabiais que Luis Mariscal padre se anunció como el cuchara en Aracena?
Va por Luis, del que me dicen que se recupera a marchas forzadas.
Ánimo
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