Ocho años y medio ha tardado la justicia en permitir que la familia Domecq pueda, no descansar, pero sí, tener el sentimiento del trabajo bién echo. Una lucha que ha sido muy dura y de muchos sinsabores, una lucha por resarcir el honor de sus caballos, sus caballos toreros, los mismos que esa misma tarde se habian jugado la vida, creando arte y transmitiendo ilusión a miles de aficionados, en la Plaza de Las Ventas por última vez y que encontraron la muerte en un area de servicio de la loclidad de Ocaña, donde José Antonio Callejón Amoros habia mandado a unos "sicarios", para que atentaran contra el camión de otro rejoneador Sergio Galán, pero estos "sicarios" erraron su ataque, el cual fué llevado a cabo en el de los hermanos Domecq y que tuvo las nefastas consecuencias que todos ya conocemos, 6 caballos toreros asesinados y otros tantos con gravísimas quemaduras que los inutilizaban a la mayor parte de ellos, por lo que nunca más podrían torear más.
Cuantas veces "Marques", único de los quemados que pudo volver a torear, habrá tenido pesadillas de ver como sus hermanos y compañeros fueron asesinados, cuantas veces en el largo periodo de recuperación le diría a "Airoso", "Talismán", "Nebli" y "Oleo", que volveria a pisar el albero de una plaza de toros para honrar y dignificar tanto a ellos que fueron los que sobrevivieron, como a los que perecieron esa larga noche.
La justicia ha sido lenta, angustiosa, penosa, pero al menos ha puesto de manifiesto que el que la hace, la paga.
Nunca podría pensar, que alguién, que se ha rodeado toda su vida de caballos, pudiese pasarsele por la cabeza tan cruel, cobarde, sucio y deleznable asesinato, ya fuesen de Sergio Galán, como pretendía este "asesino", como de los hermanos Domecq. Se lo que hablo, la vida de mi familia política es el mundo del caballo y jamás se hubiesen podido imaginar que algo así viniese de una persona dedicada al mundo del caballo.
La condena para mí no es justa, economicamente no me atrevería a decir una cuantía (una indemnización de 508.960,44€), pero por la condena carcelaria me parece muy corta (dos años y tres meses de prisión).
Es duro no saber que decir, si dar la enhorabuena o decir por fín se hizo justicia, a la familia Domecq, pero sí decirles que en activo o en el retiro... sigan preparando caballos toreros como aquellos que se fueron y como los que se quedaron, porque así siempre mantendrán vivo el recuerdo de ellos, por parte de tantos aficionados que sentimos su ida. Seguro que sí porque este es su mundo, suerte toreros.
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