Los
rejoneadores Pablo Hermoso de Mendoza
y Manuel Moreno salieron por la
Puerta Grande en Osuna. Fermín Bohórquez
debió acompañarles de no fallar con el rejón sobre todo en el cuarto. Al
finalizar el paseíllo el joven Manuel
Moreno, recibió el premio del Círculo Taurino de Osuna como triunfador del
año pasado.
Manuel Moreno,
sacó raza y destacó por su rejoneo clásico, puro. Se impuso a cada arreón que
le dio su reservón toro que siempre buscó los terrenos de dentro cerca de
tablas. Manuel lo dosificó con dos
rejones montando a Duque. Después
ofreció y enceló a su oponente a la grupa con Galán. Con él dejó una banderilla al quiebro de perfecta ejecución,
muy aplaudida. Viziren piruetas y de
frente para reunir en los medios que gustaron mucho al público. Términó su
buena actuación con Vino poniendo un
carrusel de cortas y un rejonazo sin puntilla que le aseguró la puerta grande
con dos merecidas orejas. El que cerró plaza fue el toro de más cuajo y presencia.
Salió muy distraído, sin querer atender al caballo Camarón y cuando lo hizo fue con violencia. El sevillano, brindó a Fermín Díaz, una labor muy al alza ante
un deslucido astado. A mitad de labor en banderillas sacó a Ferrari, un caballo que apunta a
estrella por valor y torería. Galopó de costado cambiando de estribo
constantemente y buscó la reunión muy por derecho. Batista batió en corto, al contrario y provocó a escasos metros
dando mucha exposición al conjunto. Finalizó nuevamente con Vino con un carrusel intenso de cortas.
Pinchó en un par de ocasiones y perdió un triunfo grande. Cortó una oreja.
Todo
lo que lo faltó al segundo de la tarde lo puso Pablo Hermoso. Un astado que pegaba arreones y que nunca tuvo
ritmo, ni continuidad en la embestida. Se abrigaba en tablas a la salida de
cada encuentro con el jinete navarro. Brilló de salida con Napoleón. En banderillas, galopó por ambos costados en un zig-zagcon
Disparate y el toro muy metido debajo
del estribo. Pirata salió para ejecutar un par a dos manos con las cortas y la
comunión con el respetable fue total. Un rejonazo que le valió las dos orejas.
El quinto de Castilblancotuvo mejor
son que sus hermanos y permitió a Pablo
lucir su impecable cuadra. El caballo Fo
tiró de pies con el toro metido en la grupa en tercio de salida. Dos rejones y
cambio de tercio. Con Beluga batió
de frente y salió por el pitón contrario reuniendo en los medios. Viriato permitió que su oponente
llegara a rozar el estribo y ofreció en todo momento los pechos en banderillas
a una mano sin volver nunca la cara. Puso un par de cortas a dos manos con Pirata y tras pinchar en un primer
intento cobró un buen rejón de rápido efecto en segunda instancia. Dos orejas.
Abría
el cartel Fermín Bohórquez que realizó
un rejoneo clásico, de escuela andaluza, fiel a su concepto y personalidad. Se
enfrentó a un astado poco colaborador por distraído y siempre marcando terrenos
para rajarse. El jerezano a buen nivel destacó en banderillas y en dos pares a
dos manos de gran mérito, el segundo muy cerrado el toro y de gran riesgo.
Expuso y se la jugaron caballo y caballero. Pinchazo antes de rejón y posterior
descabello a tierra lo dejaron todo en ovación. Con el cuarto, mostró el
jerezano otra versión más enrazada y alegre ante un toro que se dejó algo más
que sus hermanos. Sin ser colaborador nato, al menos no tendió a rajarse
durante su lidia. Bien con los dos rejones de castigo. En banderillas con
alzadas y tierra a tierra, le dio vistosidad y clasicismo a un buen tercio,
saliendo siempre el jinete desde el tercio para reunir en los medios y arriba.
Otra vez a dos manos un notable par pero lo estropeo todo con el de muerte.
Atascado, necesito de varios intentos y dos descabellos. A pesar de ese borrón,
su labor fue de nota.
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