No es esto no es esto, dicen que decía, en
aquellos convulsos treinta del pasado siglo, Ortega, no el de la isla sino Gasset, cuando la república
soñada se le convirtió en un circo. El filósofo había luchado por un régimen
que se desmoronaba entre radicalismos, corrupción, intereses creados y
bastardos de sus compañeros de viaje que prostituían los ideales de un pueblo. En
aquel alegato, “El Aldabonazo” creo recordar que decía el pobre hombre “No
falsifiquéis la república” ¡¡autenticidad, autenticidad!!
Pues lo de hoy en La Merced ha sido de mentira
porque la corrida ha sido de broma, mal presentada, muy mal presentada,
salvados por los pitones con cara de niño de segundos de ESO. Los dirigentes de
esta republica se han equivocado, han errado a priori. ¡¡No es esto, no es
esto!! Los veedores de la empresa, el equipo gubernativo, los veedores de los
toreros que son los toreros a través de persona interpuesta, el ganadero, el
mayoral del ganadero. Los veterinarios que han rechazado dos que debían haber
sido cinco.Tuviera guasa que alguien pensará que se ha equivocado el respetable que no se ha hecho
respetar,o que el ganadero que ha seleccionado con mal tino, y a último los toreros
que no han sido capaces de dar un golpe de autoridad y no se han negado a esta
salida a hombros descafeinada, chica y de la “señorita pepis”, salida a hombros
legal, dos orejas para Juli y tres para Manzanares, pero amoral y sin tono
Y
eso que no empezó mal el asunto con la plaza casi llena, en la mejor entrada de
la feria. Y un primer toro, justo de presencia pero suficiente, de pocas
fuerza, con bondad, bravura y nobleza. El Juli no lo picó, lo quiso no
banderillear (pidió el cambio con dos pares) y lo ha sabido exprimir hasta
lograr series de buenas, muy cadenciosas por la embestidas pastueñas del toro y
con unos naturales de muy bella factura. Mato tras un pinchazo para meter en el
esportón una oreja. Al tercero, el más
que cinqueño sobrero que sustituía a un chico y flojo titular (¿Como se puede
enlotar eso?, Faena poderosa a un toro con matices, complicado reservón e
incierto. Como el de Velilla ve faena en cualquier cosa que medio se mueva, la
faena tomó vuelo. Se le pidió la oreja con fuerza y la presidencia no la concedió
por que el cinqueño tardó en doblar tras la estocada trasera y tendida. Al
tercero de su lote le cortó otra oreja de poco fuste, faena deslabazada, el
toro protestaba y se defendía y era andarin cuando pedía fijeza el torero y
agarrado al suelo cuando quería que embistiese. Faena de maestro, pero no de
oreja y Juli lo sabía. Se sorprendió tanto como yo cuando se vio con el orejón
en la mano. Las palmas por Huelva, ya sólo me sorprendieron a mi.
En
el otro lado de la plaza, sin cruzar una mirada, disputar un quite, amenazar
una competencia o intentar molestar, estaba Manzanares. Al primero de su lote
le ha enjaretado una faena a menos, el toro fue muy protestado de salida, luego
se rajó y por fin se acudí en tablas. No me pregunten como y porque al cuarto
de la tarde le ha cortado una oreja el torero de Alicante, faena con una serie,
una de verdad, de cierto peso para luego irse viniendo a menos, el torero se
aburría en la distancia en que esta cómodo, el público bostezaba. Por la
izquierda no nabía ni un pase y de repente los duendes de la cosa tonta han
manipulado la realidad para que de repente José maría tuviera una oreja en la
mano por arte de birlibirloque.
Salió
entonces el sexto, a su aire en los primeros tercios, mal lidiado, la tarde fue
tan gris que hasta la mejor cuadrilla de España fue ninguneada por la apatía y
la desazón. Luego tomó con brios la pañosa de Manzanares, llegó desarrollar
genio y alguna de las series tuvo su enjundia, ligazón y temple, nacidas de una
magnífica actitud del torero que en cuanto vio la luz de una posibilidad de
faena se puso a ellos con el gusto y las maneras que atesora. Estocada
recibiendo, muerte de bravo (¿De bravo en la puerta de toriles?) y dos orejas
que pueden endulzar la tarde de alguien pero no puede tapar la realidad de lo
que ha sido simplemente una mala corrida de toros.
Y ya que
empezábamos filosofando por ortega, acabamos por el mismo palo y citamos,
gracias a Google “Pero en esta hora de nuestro destino acontece, además,
que ni siquiera ha habido vencedores ni vencidos en sentido propio, por la
sencilla razón de que no ha habido lucha, sino sólo conato de ella”
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