En la presentación de su biografía
TOROS. José Miguel Arroyo, Joselito, "ha revuelto sus entrañas", sus sentimientos más profundos para poder escribir su biografía. Una breve historia, tan sólo 43 años, que pasa por el mundo de las drogas, "porque mi padre era muy simpático pero no le gustaba trabajar y prefería trapichear". Superada una infancia difícil, una carrera brillante en el mundo del toro, ahora el maestro es campesino que "mira cada día al cielo a ver si llueve".Este 20 de marzo se pone a la venta la biografía de José Miguel Arroyo, "Joselito", un libro con el que el maestro ha querido contar su vida en primera persona, para que no lo hiciera alguién que no conociera bien los detalles y porque "me ha servido como terapia porque estoy más loco que las marcas de Machín y porque si lo lee algún chaval, alguna chavala, que esté en una situación parecida a la mía y ve que por ilusionarse puede conseguir lo que quiera, dejando a un lado los caminos difíciles y amargos, con eso me sentiré plenamente satisfecho".
Porque el niño, José Miguel Arroyo, lo tenía todo muy fácil, muy fácil para caer en la droga, negocio en el que estaba metido su padre biológico al que perdió con 13 años, " mi padre era muy simpático pero muy vago y prefería trapichear". Y " si no hubiera ingresado en la escuela taurina, con ese ambiente hostil, y si no me hubiera ilusionado con ser torero, y con cambiar mi vida .....", dice el maestro que duda cómo hubiera terminado su vida. Quizá como la de su padre "al que no pude alejar de ese mundo porque murió cuando yo tenía 13 años".
Y esa vida la cambió una corrida a "la que me llevó mi padre biológico, con 10 años , algo sucedió que cambió mi vida de repente, comencé a querer ser torero". Y de ahí a la escuela taurina donde ingresó por sus méritos "soy uno de los primeros alumnos de la escuela taurina y mi padre ( adoptivo) no era nada, era transportista y taxista y no tenía nada que ver con el mundo del toro. Al final es igual de difïcil porque cuando te enfrentas al toro da igual de quien seas hijo".
Un padre, el adoptivo al que Joselito debe grandes consejos que ahora le sirven con sus hijas " intento educar a mis hijas lo mejor que puedo porque no sé donde empieza mi libertad y acaba la de ellas. Si quiero enseñarles lo que me dijo a mi mi padre este es el muro, se puede flanquear por el lado derecho o por el izquierdo ahora si te quieres estrellar en él".
José Miguel Arroyo decidió retirarse de los ruedos "no cuando estaba abajo, tampoco estaba arriba, pero sí cuando vi que empezaba la cuesta abajo. Me dije que estaría mejor en casa".
Sobre el polémico asunto de los derechos televisivos que están marcando la actualidad taurina y la ausencia de El Juli en las primeras ferias del año, el torero madrileño, que sufrió en sus propias carnes esta situación hace ya una década, ha comentado que cree "están intentando apartar mucho al que se sale del guión. No he hablado con él, pero el día que lo haga le diré que el sol no se tapa con un dedo. Ya pueden hacer lo que quieran con él, que con su capacidad nunca le van a opacar. Será un año duro pero que él defienda sus ideas. Si hablo con él le recomendaré que vea la película de Braveheart de Mel Gibson. Cuando la vi y se ve al protagonista morir por sus ideales pensé que es lo que hay que hacer, morir por tus ideales
No hay comentarios:
Publicar un comentario