Otra tarde de sólo una oreja de José Tomás en el Bibio, Gijón.

Y van cuatro sin que rompan las tardes, a lo mejor es el momento de llamar al Grullo para echar un rato.

Valencia, Huelva, Bayona y hoy Gijón, El Pilar, Santiago Domecq, Jandilla y nada, o más bien poco. No defraudar no es suficiente para quien trasciende de un torero más del escalafón.
Queda acreditado que no está mal el de Galapagar,  es más, ha demostrado que está muy bien donde nadie está muy bien, quizá un poco falto de forma, pero no es la forma física el principal argumento de su toreo, no se fue el valor por la herida de Aguascalientes, no ha perdido un ápice fuerza en taquilla, sigue teniendo el toreo en la cabeza, y el poder en las muñecas, sigue pudiendo a los toros, quizá demasiado para los semovientes lidiados en estas cuatro tardes de su reaparición, ¿Que falla entonces?
El ganado de estas cuatro tardes de gloria menor viene definido por Crivell, Lorca, Burladero, Mundotoro ,... por todos los que hablan de esto como justo, o como desechos, inválidos, impresentables, desfondada, sin clase, mansa, terciada, becerritas, gatitos y otros calificativos que abundan en que el problema de este Tomas en el 2011 es el ganado.
No pasa nada por rectificar, se llama al Grullo, se replantea el asunto y se eleva el tono en las que quedan, o se apunta uno a las de Cuadri, Miura, los titos Martín y se hacen gestos y se callan bocas.
No es por falta de valor ni de facultades, no le falta raza, no es por falta de pundonor  por lo lo que no lo hace José Tomás, pues que recapacite y ponga los mimbres para que remonte el asunto.
 Nos hace falta a todos, aficionados, empresas, prensa, reventas, escalafón y a él mismo, quizá su compromiso ético es quien más necesita de un golpe de timón  y un rato de reflexión viendo el Atlántico.