jueves, 1 de abril de 2010

El Cristo del Prendimiento rezó toreando por las calles de Huelva.

La Hermandad de Jesús del Prendimiento y Maria Santísima de La Estrella salió a la calle haciendo una impresionante Estación de Penitencia. La Hermandad de los toreros de Huelva volvió a derramar torería, gusto, seriedad, fe y mucha devoción a Padre Jesús del Prendimiento.

Un año más El Prendimiento volvió a ser recibida en la Plaza de Toros de La Merced por la empresa, uniendo, aún más, los lazos que convierten, a día de hoy, a esta Hermandad en la más taurina de Huelva. Y es que recordemos que bajo sus trabajaderas hay 4 profesionales del toro y la Hermandad debutó el pasado año en las labores de mantenimiento y preparación de la Capilla de La Merced, no solo en los días de Colombinas, sino a lo largo de todo el año, para que bendiga a todos los que allí entrenan a diario y para todo aquel que quiera visitarla.

Una Hermandad de las de barrio, humilde, pero con muchísima clase, que hizo apostolado por las calles de Huelva, tanto esos niños nazarenos, como las promesas que acompañaron en todo momento al Señor, costaleros y capataces. La verdad más pura de la Fé, y el toro estaban ayer en El Carmen.
La llegada al centro fué de torería total, andando, como se le anda a los toros complicaos, pués el tiempo corría y la ida era larga. La entrada en carrera oficial fué impresionante por dos cosas, primera por las formas como entro esta cofradía tan torera y segundo, porque recibió la alternativa Rafa, un costalero joven, que se echó el peso de la responsailidad sobre su ya cargada de por sí cerviz y hizo a buén seguro la mejor de las entradas en carrera oficial que se recuerden, tanta confianza dió a sus compañeros, que paró el tiempo, durmió los costeros, suavizó al extremo las transiciones, tuvo arte, torería y mucha valentía, ayer se podría decir que Morante estaba bajo las trabajaderas del Prendimiento. Relevo en mitad de carrera oficial y como en las buenas tardes de toros, coge el relevo el matador más antiguo y experimentado, pero que no se deja ganar la pelea nunca, y sin pensarselo se saca al toro a los medios y le forma un lio gordó también, otra Catedra de Soria para despedir a Huelva de la elegancia y la fé más artista, torera y marinera de Huelva. Llega al barrio, entrada en C/ Tharsis, da la bienvenida un angel del cielo, Rocio, en forma de saeta, la saeta más bella y hermosa que jamás he oido, no me puede la pasión, fué así. Subida de la C/ Tharsis, demostrando a su barrio de que forma más elegante han rezao por Huelva, ya inmersos dentro del Carmen, coge la muleta el tercer espada, Agu, tres pinceladas, perfectas en la ejecución y valientes, tarde de puerta grande para los tres hombres que dirigian los pasos desde dentro. Nuevo martillazo, paso abajo, run run, suena una nueva saeta, con sones flamencos, de la flamenca voz de Arcangel, que demostró que sus raices siguen latiendo en su corazón y que el Carmen ocupa un rincón del mismo, soberbia saeta, hermosa y poderosa voz. Conforme más se acerca a la Iglesia, más se recortan los pasos, hay sentimientos encontrados, no querian que terminara, pero tampoco querian dejar más tiempo sola a la Estrella de los toreros de Huelva, a la Virgén más bella y hermosa que en forma de estrella guia los destinos de todos los que la quieren. Dos saetas más, soberbias, poderosas, desgarradoras y emotivas. Revirá intensa, suave, con sabor y con mucho sentimiento, trabajaderas cargadas de corazones, dentro, el Hermano mayor, Juan, el listero Pepe, el pertiguero David, muchos costaleros dentro, el alma de los que no cabian dentro de las trabajaderas y el corazón de los que estaban encima de ella. Valme veneró, rezó y acompaño con los sones de Prendimiento en Getsemaní la entrada, ya dentro nazarenos, acolitos, costaleros, hermanos y banda, una última levantá por la madre de todos nosotros que allí nos esperaba, La Estrella, bajo sus sones y una arriada del paso del Señor que fué eterna, después los abrazos, lágrimas y satisfaciones de todos los que allí estaban. Enhorabuena Juanma, Antonio, Pepe y todo el equipo de capataces y gracias por hacerme sentir torero una vez más. Por siempre Carmelita, por siempre del Prendimiento y por siempre Estrellita, amén.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a ti Raúl, por dejate el corazon debajo del señor del Prendimiento, pero sin dejar de pensar en su madre, La Estrella.

Javier dijo...

Bien Raúl, maravilla de sentimiento.

Anónimo dijo...

Es un honor compartir trabajaderas con personas así y perfumar Huelva con la HUMILDAD del Carmen... Nunca me imaginé que pudiera sentir lo que siento en esta Hdad y todo gracias al trato de nuestro Hno mayor y de la Hdad en si, de nuestro equipo de capataces y de mis compañeros... Gracias a todos.
Que la Estrella ilumine nuestras vidas y nos guie por el buen camino

Haciendo hilo

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