Un total de once orejas se cortaron hoy en la 91 edición del tradicional festival de Chinchón, en la que todos sus actuantes rayaron a un gran nivel, sobre todo Fernando Robleño, Juan del Álamo, López Simón y el novillero Juan Miguel, triunfadores de una tarde de toreo de muchos quilates.
FICHA DEL FESTEJO.- Novillos de Daniel Ruiz, que en general ofrecieron un buen juego en conjunto, especialmente segundo y quinto, este último premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Abrió plaza un novillo para rejones de Luis Albarrán, aplomado.
El rejoneador Sergio Galán, oreja.
Fernando Robleño, dos orejas.
Iván Vicente, oreja tras aviso.
Pepe Moral, oreja.
Juan del Álamo, dos orejas.
Alberto López Simón, dos orejas.
El novillero Juan Miguel Benito, dos orejas.
La plaza tuvo un lleno aparente en los tendidos del improvisado coso taurino, levantado como cada año en la misma Plaza Mayor de Chinchón, en tarde entoldada.
------------------------------------------
HISTORIA, TRADICIÓN Y EXTRAORDINARIO TOREO
Una gran tarde de toros se vivió hoy en el tradicional festival taurino de Chinchón, el más antiguo de España. Una función en la que todos su actuantes "tocaron pelo", y cada uno, dentro de las mayores o menores posibilidades brindadas por los utreros de Daniel Ruiz, dejaron su sello en el improvisado albero de la Plaza Mayor de este municipio madrileño.
Abrió plaza un novillo para rejones de Luis Albarrán, manso y con poco celo, con el que Sergio Galán hizo las delicias del respetable con un toreo a caballo puro y sin concesiones, lo que le permitió cortar una oreja.
La tarde iba a venirse pronto arriba gracias a un pletórico Fernando Robleño, que aprovechó a la perfección las vibrantes embestidas del segundo novillo del festejo, al que toreó con sentimiento por el lado derecho en una faena bien rubricada con los aceros. Dos orejas para él.
No iba a bajar el nivel de la función, todo lo contrario, la actuación de Iván Vicente ante el tercero, una labor con aroma, temple y expresión, en la que dio una importante dimensión. Sólo cortó una oreja por faltarle mayor contundencia manejando los aceros.
El sevillano Pepe Moral sorteó el novillo con menos clase del envío, al que diseñó un trasteo con algunos altibajos, pero que contó con pasajes de gran interés en el toreo fundamental con la mano diestra por el esfuerzo que hizo en todo momento. Logró un apéndice.
Juan del Álamo se encargó de volver a aumentar los decibelios del espectáculo frente al quinto, un gran novillo, premiado con la vuelta al ruedo póstuma, con el que se le vio recreándose y paladeando cada fase de la faena con un toreo hondo y macizo, lo que le permitió pasear dos orejas.
López Simón fue todo entrega en el sexto, con el que pasó algún apuro en el inicio de faena de rodillas, rehaciéndose después para torear con sometimiento y muy buen aire por los dos pitones, pegándose también un sincero arrimón como fin de una obra premiada con el doble trofeo.
Cerró la tarde el novillero Juan Miguel Benito, que acabó desorejando a su buen antagonista después de mostrar una imagen firme y muy prometedora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario