Ojito con los cachondeos taurinos varios, capeas, despedidas, paellas y similares. pedir pepeles por norma

Se han dado en celebrar con relativa frecuencia fiestas camperas abiertas al público en general  en fincas de bravo o en fincas, que sin que sean de bravo, alquilan la bravura de reses de media casta o de casta entera.

Poco que ver con una fiesta de amigos donde el ganadero invita a sus cercanos.

Las clásicas "capeas", "garbanzadas", despedidas de solter@ con vaca y (más ganado de diverso encaste) se han dado siempre, ahora se agranda el problema porque se aumenta el número de asistentes a medida que baja la edad media.

En tiempos de crisis es una solución para ayudar con los ingresos de las explotaciones que buscan en estos atípicos una salida a la dura realidad de lo decrementos constantes de facturación.

Pues cuidado, que lo que se presenta como un día agradable y una experiencia bonita se puede transformar en un drama.

Tres máximas a cumplir siempre

   - Papeles Exigir documentación en regla de la explotación y del ganado. Permisos de apertura, licencias..
   - Confianza. Contratar con gente conocida y con solvencia moral y económica consolidada. Evitar los intermediarios,
   - Profesionales, Si hay ganado bravo contar con gentes que sepan de su manejo. Si hay manduca,            profesionales de la hostelería, si hay transporte, profesionales del transporte...


Y si
no mirad lo que puede pasar.

Más de 300 jóvenes denunciarán la "vergüenza" de la capea ilegal de Estremera
"Las cosas se hacen bien o no se hacen". Con esta máxima, la empresa Mr. Happiness prometió varias horas de diversión y buena música a los asistentes a la capea que organizó el pasado sábado en una finca situada en la localidad de Estremera, a unos 62 kilómetros de la capital. Sin embargo, lo que parecía una fiesta de primer nivel para más de 3.000 personas se convirtió en una auténtica pesadilla. Cerca de un millar de jóvenes, que pagaron entre 20 y 35 euros por una entrada que incluía vaquillas, la actuación de varios DJ, comida, bebida y transporte (ida y vuelta), fueron abandonados por los organizadores del evento en la finca. Muchos de ellos presentaban síntomas de hipotermia en el momento de ser auxiliados después de soportar una noche fría y lluviosa. También se quejaron de la falta de comida y bebida y de que una carpa se hundió parcialmente.

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