2/3/08 Olivenza, Vespertina. Toros de Zalduendo, excelentemente bien presentados, destacó el sexto toro de la tarde, al que se le dio la vuelta al ruedo en el arrastre, El Juli, una oreja y dos orejas; Manzanares, una oreja y dos orejas y Miguel Angel Perera, ovación tras aviso y dos orejas y rabo.
Zalduendo, Manzanares, Perera y Juli sueñan el toreo en Olivenza
Esto es el toreo, todas la agujas imantadas de la afición apuntaban a Olivenza, los que soñamos el toreo de una forma determinada apuntábamos a esta tarde. Hoy era el plato principal, si de acuerdo que ayer hubo caviar beluga en elegante plato servido por Enrique Ponce, si es verdad que hubo salchichón ibérico por parte de Ferrera y ausencia con hados y aromas franceses por parte de Castella, si no discuto que los entrantes continuaron con un plato fácil y resultón, como fue un Hermoso de Mendoza que anduvo ligero ante dos enemigos que se rajaron pronto, una nido de glamour con pellizco de trincherazos por parte de Cayetano y un pasar por allí en calidad de oyente de Talavante.
Pero la sustancia, el plato elaborado que pesa en las entrañas estaba hoy a las cinco y media de la tarde. Plaza a revientacalderas como el resto de corridas, cariñosa bienvenida como el resto de festejos, pero y aquí empiezan las diferencias que fueron muchas, magnífica presentación y belleza de los de Zalduendo, bravo ganadero. Juli realizó una faena de cante grande sin compás, palmas ni acompañamiento, para los cabales, chicuelitas apretadas, al inicio, luego toreo del bueno de muchos quilates y sapiencia infinita, sólo una deficiente colocación, que no ejecución, de la estocada impidió redondear la faena con más trofeos. En el cuarto, un cinqueño de excelente presentación como todos sus hermanos, la faena fue de merito, ahormó sus embestidas, se hizo con el burel, lo exprimió, encimista cuando la faena lo exigía, poderoso cuando el Zalduendo se iba arriba, cumbre del toreo con los pies clavados en tierras extremeñas que fueron lusas y lo acogen como huésped de honor, ahí está la tarjeta de visita del que es mandón de esto, está y quiere seguir en ese puesto de privilegio.
Manzanares viene del dengue, de la inactividad, de los problemas físicos, pero todo lo ha olvidado cuando ha visto el excelente pitón derecho del toro de Fernando Domecq, se fajó con él le dibujó los muletazos poderosos que el toro reclamaba, bien el alicantino, pero mejor como le sucedió al resto de la terna, en el segundo difícil y bronco, gazapón y mirón hasta que el niño de Manzanares que ya no lo es, lo embebió en los vuelos de la muleta planchada, enceladora y templada magnífica y sólida la faena, muletazos largos, tiralíneas de muleta baja y larga, luego el estoconazo y una bella muerte del toro, todo fundamentado en la verdad de un toreo eterno que promete grandes tardes en la temporada.
Ningún hombre honrado y valiente consiente que dos forasteros, aunque vecinos y colegas, le metan las cabras en el corral estando en su cortijo. Perera es honrado valiente y un torero de los pies a la cabeza, lo demostró en el segundo después de haber fallado a espadas en el primero de su lote, el menos bueno del encierro, al que pudo y con el sufrió en la suerte suprema hasta recibir un aviso. En el segundo salió con ímpetus de padre de familia al que le tocan los churumbeles. Cuando el ímpetu y la rabia se someten al entendimiento y el temple surge el toreo profundo. Empezó con un escalofriante recibimiento con el percal de frente por detrás, torero en el quite y escalofriante con los pases cambiados de inicio en la faena de muleta, el toro era bueno, sí, pero si no lo hubiera sido Miguel Angel lo hubiera hecho bueno, quería dar la réplica a un viejo rey y a un joven aspirante que en la plaza de armas de su castillo querían ganarle las justas, Todo medido, poderoso, derechazos eternos quejios del alma, sueños de torero, temple de maestro de la orden templaria rompiéndose la cintura, bajando la mano hasta recoger toda la bravura de un toro extraordinario que Fernando ha criado durante cuatro años y que Perera ha enseñado en toda su magnitud, siempre en los medios, abierto el compás y siempre de verdad. La estocada fue el anunciado preludio de la locura colectiva,¿una plaza de pueblo boca abajo? No seamos simples, esto es el toreo boca bajo con las dignidades al aire
Bendita competencia, sal de la torería, madre de todas las batallas, Bien Cutiño-Domínguez habéis servido otro gran banquete en horas 26 del que nos hemos atiborrado todos los gourmets que fuimos a Olivenza. Bien por los aficionados que habéis sabido disfrutar del menú degustación del escalafón 2008, grabados quedan en los paladares la faena soñada de Ponce, la firmeza sublime de Juli el techo no previsto de Manzanares, el honrado coraje de Perera y la bravura de bien de los Zalduendo.
Zalduendo, Manzanares, Perera y Juli sueñan el toreo en Olivenza
Esto es el toreo, todas la agujas imantadas de la afición apuntaban a Olivenza, los que soñamos el toreo de una forma determinada apuntábamos a esta tarde. Hoy era el plato principal, si de acuerdo que ayer hubo caviar beluga en elegante plato servido por Enrique Ponce, si es verdad que hubo salchichón ibérico por parte de Ferrera y ausencia con hados y aromas franceses por parte de Castella, si no discuto que los entrantes continuaron con un plato fácil y resultón, como fue un Hermoso de Mendoza que anduvo ligero ante dos enemigos que se rajaron pronto, una nido de glamour con pellizco de trincherazos por parte de Cayetano y un pasar por allí en calidad de oyente de Talavante.
Pero la sustancia, el plato elaborado que pesa en las entrañas estaba hoy a las cinco y media de la tarde. Plaza a revientacalderas como el resto de corridas, cariñosa bienvenida como el resto de festejos, pero y aquí empiezan las diferencias que fueron muchas, magnífica presentación y belleza de los de Zalduendo, bravo ganadero. Juli realizó una faena de cante grande sin compás, palmas ni acompañamiento, para los cabales, chicuelitas apretadas, al inicio, luego toreo del bueno de muchos quilates y sapiencia infinita, sólo una deficiente colocación, que no ejecución, de la estocada impidió redondear la faena con más trofeos. En el cuarto, un cinqueño de excelente presentación como todos sus hermanos, la faena fue de merito, ahormó sus embestidas, se hizo con el burel, lo exprimió, encimista cuando la faena lo exigía, poderoso cuando el Zalduendo se iba arriba, cumbre del toreo con los pies clavados en tierras extremeñas que fueron lusas y lo acogen como huésped de honor, ahí está la tarjeta de visita del que es mandón de esto, está y quiere seguir en ese puesto de privilegio.
Manzanares viene del dengue, de la inactividad, de los problemas físicos, pero todo lo ha olvidado cuando ha visto el excelente pitón derecho del toro de Fernando Domecq, se fajó con él le dibujó los muletazos poderosos que el toro reclamaba, bien el alicantino, pero mejor como le sucedió al resto de la terna, en el segundo difícil y bronco, gazapón y mirón hasta que el niño de Manzanares que ya no lo es, lo embebió en los vuelos de la muleta planchada, enceladora y templada magnífica y sólida la faena, muletazos largos, tiralíneas de muleta baja y larga, luego el estoconazo y una bella muerte del toro, todo fundamentado en la verdad de un toreo eterno que promete grandes tardes en la temporada.
Ningún hombre honrado y valiente consiente que dos forasteros, aunque vecinos y colegas, le metan las cabras en el corral estando en su cortijo. Perera es honrado valiente y un torero de los pies a la cabeza, lo demostró en el segundo después de haber fallado a espadas en el primero de su lote, el menos bueno del encierro, al que pudo y con el sufrió en la suerte suprema hasta recibir un aviso. En el segundo salió con ímpetus de padre de familia al que le tocan los churumbeles. Cuando el ímpetu y la rabia se someten al entendimiento y el temple surge el toreo profundo. Empezó con un escalofriante recibimiento con el percal de frente por detrás, torero en el quite y escalofriante con los pases cambiados de inicio en la faena de muleta, el toro era bueno, sí, pero si no lo hubiera sido Miguel Angel lo hubiera hecho bueno, quería dar la réplica a un viejo rey y a un joven aspirante que en la plaza de armas de su castillo querían ganarle las justas, Todo medido, poderoso, derechazos eternos quejios del alma, sueños de torero, temple de maestro de la orden templaria rompiéndose la cintura, bajando la mano hasta recoger toda la bravura de un toro extraordinario que Fernando ha criado durante cuatro años y que Perera ha enseñado en toda su magnitud, siempre en los medios, abierto el compás y siempre de verdad. La estocada fue el anunciado preludio de la locura colectiva,¿una plaza de pueblo boca abajo? No seamos simples, esto es el toreo boca bajo con las dignidades al aire
Bendita competencia, sal de la torería, madre de todas las batallas, Bien Cutiño-Domínguez habéis servido otro gran banquete en horas 26 del que nos hemos atiborrado todos los gourmets que fuimos a Olivenza. Bien por los aficionados que habéis sabido disfrutar del menú degustación del escalafón 2008, grabados quedan en los paladares la faena soñada de Ponce, la firmeza sublime de Juli el techo no previsto de Manzanares, el honrado coraje de Perera y la bravura de bien de los Zalduendo.
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