RECUERDOS DE LA II PINZONIANA.
Por Manolo Sierra
FotosPablo Alcazar |
Lo hago sobre todo para poder
mejorar, ya que está claro que en algunas cosas se ha fallado. Primero por el
público ¿Por qué no se ha llenado la plaza con los mismos precios que el año
pasado? ¿Por qué no ha colaborado el pueblo con sus vestimentas dando el
colorido esperado y volcándose para que su pueblo resplandezca de bonito? En
teoría, debería haber mucha más gente vestida y hubo mucha menos. Está claro
que la crisis nos afecta a todos, pero ¿solo la crisis ha afectado? En fin,
debemos analizar los pormenores para no volver a cometer los mismos fallos.
Pero si de algo debemos
plantearnos una reflexión es por la facilidad con la que se han otorgado los
trofeos. Algunos me dirán que cuando se le han otorgado a mi amigo Pepe no he
dicho nada y he mantenido mi boca cerrada. Y tienen razón. Pero da la
casualidad que Pepe es el Torero de mi Pueblo, al que tengo que apoyar incondicionalmente,
el que ha levantado la afición de mi pueblo, y para colmo, el artífice de que
estemos hablando de toros hoy en palos con una plaza de una categoría
impensable hace no muchos años. Y todos esos argumentos sumados hacen que la
gente de Palos lo quiera, que lo premien no por lo que hace una tarde, sino
durante todo el año. Y como comprenderán, yo soy un Palermo más y hablando de
Pepe no puedo ser objetivo.
Pero además de amigo de Pepe soy
aficionado a los toros, y quiero que mi plaza tome el rumbo adecuado en estas
primeras navegaciones. ¿De verdad se merecía Curro Díaz la primera oreja, para colmo
sin pedirla el público? ¿Es para premiar con una oreja una faena mediocre a un
toro al que se ha pinchado hasta 4 veces como hizo Oliva Soto a su primero? Y
el culmen ¿Se le puede dar el rabo a su segunda faena? Todos vimos a ciertos
banderilleros jaleando al público, y por lo tanto presionando al Presidente,
para que diera las dos orejas y el rabo a la faena de su matador. Créanme que
esto no pasa en todas las plazas. Ni que decir tiene que no es culpa de nadie
nada más que del banderillero y de su jefe de filas que lo consiente, pero nosotros
no podemos consentir que los profesionales nos den la importancia que quieran
darnos. Nosotros nos daremos la que nosotros queramos darnos a sí mismos, pero
bajo mi punto de vista, tenemos que querernos un poco más en la afición a este
maravilloso mundo del toro.
No voy a entrar a analizar las
faenas en su integridad, ni mucho menos el ganado, porque ya hay personas mucho
más entendidas que yo que lo han hecho y creo que sobrar mis palabras. Pero
sinceramente, con esta política de premios no vamos a ningún lado. Es cierto
que la gente que vamos a la plaza vamos a divertirnos, pero el toro es algo más
serio. No se puede aplicar el "todo
vale". La importancia a las plazas se la da la importancia que a la misma
le de su público, y sin pretender llegar a la altura de cualquier plaza de
primera o segunda, no podemos consentir que esto llegue a ser una
"charlotá".
En fin, de todo debemos aprender,
pero si saco algo positivo de esta Pinzoniana es el hecho, además de alguna que
otra tanda de Curro y la disposición de Oliva, de haber vuelto a ver un festejo
en mi pueblo. Un final muy triste para tan buena película.
Saludos cordiales
1 comentario:
Estoy contigo amigo Manolo,no quise ver la corrida pero lo`poco que he leido y escuchado parece que fue un fracaso, en parte me alegro ya que mi torero Doblado no estuvo en el cartel, pero viendo el papel que hicieron los toreros espero que el señor Jorge Buendia y el todopoderoso Enrique Romero sepan que en Palos yHuelva tienen un trerazo lo crean o no
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