Una ganadería para el pueblo. Que historia tan bonita, Algún ayuntamiento debería aprender

Una ganadería para el pueblo. Que historia tan bonita, Algún ayuntamiento debería aprender, en vez de criar vagos, criar toros. ¡Si los toros votaran!
No tenía ni idea, mirad que historia tan bonita nos cuentan en el Heraldo de Soria

Una ganadería para el pueblo.
La localidad salmantina de El Cubo de Don Sancho puede presumir de ser el único pueblo que tiene en propiedad una ganadería

Mientras que en todos los pueblos lo habitual es encontrarse con “la piscina municipal, la biblioteca municipal o el campo de fútbol municipal”, en la localidad salmantina de El Cubo de Don Sancho cuentan con su propia “ganadería municipal”.

La finca se llama ‘Rollanejo’ y en sus anuncios se puede leer que disponen “de una ganadería brava de gran prestigio en el mundo taurino” y que se dedican a la “crianza de toro bravo de excelente casta, gran nobleza y buen embiste”, algo por lo que el pueblo entero ha luchado, desde que hace más de 20 años decidieran emprender este proyecto, que es único en el mundo.


El alcalde del municipio, Maxi Morales, recuerda que la idea surgió “a raíz de un año de mucha sequía”, que obligó a los vecinos a vender muchas de sus vacas, por lo que decidieron pujar en la subasta pública de la venta de la finca, que era propiedad de la Fundación Vicente Rodríguez Fabrés.

Los vecinos acudieron al acto que se celebró en 1982, con una pancarta en la que se podía leer “El pueblo necesita y quiere las tierras” y ese fue el inicio de la historia de la ganadería municipal Rollanejo.

Desde entonces, el Consistorio gestiona la finca y a lo largo de los años fue ampliando el negocio, con la puesta en marcha de una explotación integral del cerdo ibérico y la adquisición de una punta de vacas bravas, con el fin de aprovechar los pastos y poder hacer frente a los pagos de la hipoteca que pesaba sobre la finca.

El esfuerzo y dedicación de quienes hicieron posible sacar adelante el proyecto, dio sus frutos y el pasado 4 de julio de 2006 el pueblo realizó el último pago y con el, la liquidación de la hipoteca, “quedando el pueblo de El Cubo de Don Sancho como único y legitimo propietario de la finca de Rollanejo”.

Un negocio rentable
Tal y como explica el regidor municipal, hasta ahora “ganan algo” y asegura que tienen once corridas al año, novilladas en Francia y también por los pueblos de la comarca, por lo que “es rentable”.
Además, destaca que a pesar de ser “tiempos de crisis”, la ganadería tiene para el año que viene “todo vendido” y trabajan al mismo ritmo que las privadas.
Maxi Morales asegura que las corridas realizadas son el mejor aval de esta ganadería municipal y por el momento manifiesta que han salido “muy bien”.

Rollanejo cuenta en la actualidad con 190 vacas, además de becerros, añojos y erales, animales que dan trabajo a un mayoral y a dos obreros, que también cuidan los cerdos ibéricos que crían en el campo.

Por todo esto, asegura que el pueblo se siente orgulloso de lo que ya se ha convertido en una seña de identidad y por ese motivo la mayoría de los vecinos se vuelcan con la ganadería y arriman el hombro para hacerlo “lo mejor” que pueden.

Como ejemplo explica que “cuando hay una corrida cerca de El Cubo de Don Sancho, el Ayuntamiento pone un autobús y se llena”, llevando a 40 o 50 personas para que sean partícipes del festejo, ya que todos son los ganaderos que se llevarán los “pitos o las palmas” del respetable, así como recuerda que cuando hacen el herradero van a ver y a colaborar.

Continuidad en el futuro

El alcalde muestra su ilusión porque la iniciativa continúe en el futuro, al igual que lo ha hecho hasta ahora, aunque es consciente de que la situación económica puede llegar a repercutir en esta empresa, por lo que espera que “al menos” de las once corridas anuales queden ocho, pero que se pueda continuar con el proyecto conjunto que inició este pueblo.

Morales destaca que ya han conseguido mucho, no solo sacar adelante el hierro, sino ampliar con cerdos ibéricos, también informa que crearon una plaza de toros en colaboración con los vecinos y un aula de la naturaleza, que acoge visitas organizadas de colegios y colectivos con la posibilidad de pasar unos días en la típica dehesa salmantina.

La idea salió bien y prueba de ello es que otros ayuntamientos se han puesto en contacto con el alcalde para recabar información con la idea de poner en marcha algo similar, aunque reconoce el primer edil que ahora es algo más complicado porque la mayoría “tiene las parcelas arrendadas” y en el Rollanejo se empezó a explotar de esta forma “desde el principio”, con 15 o 20 ganaderos.

Rollanejo. Reportaje en el programa Piel de Toro

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