El día que dimos una vuelta al ruedo en la plaza de nuestra vida

Tarde de poco en la Merced
El día que dimos una vuelta al ruedo en la plaza de nuestra vida

Solitaria vuelta al ruedo del Cid en tarde desangelada.
 Toros de José Luis Pereda, 4º y resto de la Dehesilla de buena presentación y escaso juego, Sólo el excelente pitón del caurto. Alguno recibió leves pitos
Manuel jesús Cid “El Cid” de rosa y oro Ovación y vuelta tras petición
David Fandila “El Fandi” de nazareno y oro Ovación y vuelta tras petición y aviso previo
Alejandro Talavante de Burdeos y oro Ovación y ovación.
Tercera del abono colombino del año 2010. Corrida televisada por Canal Sur, media plaza. Al romper el paseillo los profesionales de Huelva acompañados de parte de la prensa taurina díó una vuelta al ruedo enarbolando una pancarta en defensa de la libertad y de la fiesta en Cataluña.

Pasamos el ecuador de la feria, Los prolegómenos se presentaron felices, taurinos. De vuelta al ruedo, les cuento. Comida en Casa Pepe, excelente como siempre, la compañ de lujo, gente de la chusma más cabal, Andrés Muriel, Paco Reyero, Juan Carlos Gil, los inefables aficionados y sobre todo amigos Rafael Chaves y Juan Moreno, sobremesa de arreglar el toro, la función pública, el aborto y la literatura. El tiempo se demora.
El que firma, como todos ustedes saben habla de toros para no pagar entrada y entrar de gorra en las plazas. Nunca pudo uno en su modestia imaginar que diese una vuelta al ruedo en La Merced , con ovación, palmas por Huelva aplausos de Fandi el Cid y Talavante y acompañan a Barroso, Doblado Contreras, Corralejo, los Carbonell, Buendía,  Hidalgo,Cartés Manolo Roca, Juanlu y un largo etcetera de profesionales cabales de Huelva. Su invitación nos honra y mi poca vergüenza me permite incluso emocionarme en esta vuelta al ruedo clamorosa que guardaré eternamente en el rincón más sensible de mi memoria taurina.
Luego el toro, o el no toro, sin transmisión, sin raza sin entrega. Ante este material el Cid cuajo la faena de la tarde al cuarto toro, el único con el hierro de Pereda, por el pitón derecho. Un toro difícil qu el de salteras supo cuajar a base de darle su sitio, magnífico de colocación y pulso. El toro se venía galopando en cuanto veía la flamula planchada del matador. Por el izquierdo logró arrancar alguna embestida a base de cruzarse y esperarlo mucho con la muleta en la cara. El toro aceptaba la pelea por el derecho y ahí volvió el cida para rematar una gran faena con un circular eterno, lento y cargando la suerte. El bajonazo impidió que cortase algún trofeo, pero no que la Huelva torera le tributase una gran ovación le exigiese que diera la vuelta al ruedo y le despidiese con palmas por Huelva. Huelva le quiere y se lo dice,
Al primero de la tarde sólo le pudo enjaretar una buenas verónicas de recibo, luego el de la dehesilla siempre embestía sacando la cara por encima del estaquillador y sin entrega. Lo mato de un espadazo
Fandi es un valor seguro, hoy no ha tenido enemigo en su primero al que banderilleo con pureza en un tercer par al violín. Luego remataba siempre con un tornillazo que se acabo convirtiendo en tornillazo evidente, Iba andado, era un saborio y no tenía celo. Un regalito para el granadino. El quinto, más bruto, le permitió un despegado quite por chicuelinas y un gran par por los adentros, no quería fiesta por arriba y por abajo embestía sin clase, la faena se la inventó el Fandi, despegado y sin que nunca se viniera arriba hasta los molinetes finales que calaron en los tendidos. Otra ovación fue el premio tras una estocada caída y dos descabellos y tras mandarle el presidente un recado.
Alejandro Talavante sorteó y enlotó en primer lugar un toro astifino, con movilidad en los primeros compases. Toreó el de la Puebla de Sancho Pérez con gusto y sin apreturas de frente por detrás con el capote, Su inició de faena castigó al toro, que empezó a perder las manos y a mitad de faena cantó la gallina y buscó el calorcito manso de las tablas. El torero se amontonó, quiso más que pido y nunca se acopló con el toro Una estocada caída y tendida pero efectiva finiquitó al burel.
En el sexto más de lo mismo, el toro se astilló feamente el pitón en la primera serie. El extremeño porfió, se puso pero la tarde no estaba bien vista por la musas del torero y todo quedó en nada, o casi nada, un muletazo de cada serie y luego, probar, mirar, parar, en fin un recital de dificultades.
Ya ven, la tarde empezó gloriosa y terminó tediosa, las cosas del toro.