sábado, 10 de abril de 2010

Alvaro Acevedo a Fernando Cuadri

Con motivo de la medalla de la Junta de Andalucía a Cuadri se escribió mucho, todos queremos a Cuadri y era una buena ocasión para demostrarlo.
Alvaro Acevedo se gustó y nos gustó, en 6toros6 publicó esta perla. Dice Fernando que es "demasiao ¿no?" pues no lo se, pero a lo mejor no es "demasiao", en todo caso si que está muy bien escrito y desde el corazón. Seguid leyendo y disfrutad, lo merece

MEDALLA A FERNANDO CUADRI

La Junta de Andalucía le ha otorgado una Medalla de Oro a Fernando Cuadri, lo cual indica –de entrada –el respeto que por los toros tiene el Gobierno Andaluz, inversamente proporcional, por cierto, al que le dispensa el Gobierno de España. Por decirlo de otra manera, detrás de esta decisión hay un aficionado, y detrás de aquella medallita de marras se escondía una manada de incompetentes enciclopédicos. O una secretaria cachonda, vaya usted a saber.
A Fernando le han dado el galardón por su labor ganadera con una casta de toros cuya deslumbrante seriedad provoca admiración al contemplarla. El toro de Cuadri, señor de los campos de Trigueros, te mira como cuando alguien te mira por derecho. Sin dobleces ni cartas marcadas. Te anuncia que en la plaza dará miedo con sus pitones negros y su badana como una medalla negra. Te dice, hondo y cuajado, que no permitirá cucamonas, pero que si mete la cara, lo hará de verdad, dándolo todo y exigiéndolo todo del hombre que tenga enfrente. Y el toro de Cuadri te mira y te dice que sigue siendo el mismo, que no ha cambiado siete décadas después como no han cambiado los acebuches de “Comeuñas”.
Un encaste mantenido incólume durante varias generaciones con las dificultades que genera una vacada reducida, y con el handicap de no poder buscar en otros lugares vetas de bravura con las que refrescar la sangre propia, no es sino un milagro nacido de la sapiencia y el amor por el toro. Un milagro de una familia ganadera que tiene en Fernando, como antes en su padre, don Celestino, a su gran pero no único valedor.
En cambio, la labor ganadera de Fernando Cuadri es de una nimiedad absoluta si la comparamos con su categoría humana. No hay apocamiento en su templada forma de encajar las críticas; no hay falsa modestia en la serenidad con la que recibe los éxitos; no hay sentido comercial en su exquisita manera de atender a la gente; no hay un solo doblez en su humildad campera. No hay pose en Fernando Cuadri; sólo la grandeza de la sencillez. Y es tan grande Fernando que hasta las terribles desgracias que ha sufrido en los últimos tiempos ha sabido encajarlas con esa entereza y resignación del que se sabe en manos de Dios. Sin un atisbo de drama ante el drama. Eso es ser un hombre, y no dejarse la fuerza en bravatas, fanfarronadas y roneos esperpénticos.
Al ganadero Fernando Cuadri le han dado una Medalla de Oro los políticos andaluces (imagino que con Macarena Bazán al frente de tan sabia decisión), pero no sabría yo cómo premiar al ciudadano onubense del que hoy les hablo. Quizá hubiera bastado con colgarle la cinta. Es que es oro molido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pocos comentarios admite lo escrito
por Alvaro Acevedo,sobre Fernando Cuadri,puesto que todos los comentarios vertidos sobre su persona lo firmariamos,cualquiera de los que tenemos la suerte de conocerlo y tratarlo
aunque yo agregaria que tiene categoria hasta para escojer las personas,que forman su entorno.porque ahi son buenas gentes
hasta los perros del cortijo.

Haciendo hilo

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