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jueves, 20 de septiembre de 2007

Pregón Colombinas 2007

Expectación por ver la alternativa de quien ya ha demostrado ser un personaje de éxito en otras facetas de la vida. Personajes de la vida social de Huelva con profusión de taurinos y la presencia del Alcalde de nuestra capital que acompañaba a los miembros de la tertulia Litri que organizaba el acto del vigésimo cuarto pregón taurino de las Colombinas.
La presentación corrió a cargo de Francisco Leandro, Paco Pirfo en el orbe taurino. Lo presentó desde el cariño de una amistad nacida del deporte que evoluciono hacia lo taurino casi por necesidad y culminó con el sueño de la defenestrada escuela taurina de la que ambos, presentador y pregonero fueron ate y parte fundamental, y esperemos lo sigan siendo cuando renazca, que renacerá y pronto. Mención cariñosa por parte de Paco Pireo, para al parecer que mejorado Raúl Corralero, alumno que fue de aquella noble institución.
No pudo evitar sus propios recuerdos del antiguo matadero donde nos encontrábamos y donde con otros tantos aficionados acudía a practicar el arte del descabello allá por los últimos cincuenta.
Quien acudiera al patio de la escuela de artes y oficios, que se honra a si misma con el nombre del siempre recordado por su bonhomía y artística calidad superlativa y erudita del ayamontino León Ortega, esperando encontrarse al presidente de ASAJA, al ganadero de Concha y Sierra, o al empresario de éxito, se sentiría posiblemente defraudado. José Luís García-Palacios Álvarez a, dejo aparcadas por un día estas condiciones de su intensa vida profesional y nos mostró su faceta de onubense, de aficionado, de hijo y nieto de taurinos y de padre que quiere serlo de futuros seguidores de la fiesta brava.
El pregón fue como su autor: franco y directo. Sin ornamento literario más allá del imprescindible, sin metáforas que diría el cartero del metafórico Neruda., dejando notar quizá sus ancestros castellanos y una forma sencilla de ver la vida y la tauromaquia. Queriendo llegar más al corazón de la cabeza que a la cabeza del corazón. Mostrando con pudor intimidades y ocultando con astucia los secretos de una intimidad sabia y deseada.
Recuerdos de una Huelva de Colombinas junto a la monumental, de ver toros con Litri y con Posada, de capeas de Trigueros y San Juan imborrables y que enraízan una afición de las de verdad, de aquella corrida de Victorino con Juan Palomar el Soro y Espla que tantos aficionados nuevos trajo a la vieja fiesta, vista en el escaparate de la Industria Onubense de la tan onubense Calle Concepción.
Memoria de los mayores, Apolinar y Anastasio que compraron Villamaría y ante la exigencia en tiempo y dedicación de la empresa abandonaron más por ser aficionados que cobardes. La malagueña familia materna también de raíces empresariales en la Malagueta y por supuesto partidarios de Ordóñez.
Reclamo en su pregón el onubensimo en los carteles, sin chauvinismos pero sin complejos en lo ganadero y en los matadores que los han de lidiar.
Recuerdos de aquel “Pasmo de Triana” que saludaba al pasar por la calle Odonell de Sevilla donde vivían los titulares de Concha y Sierra, ganadería que cumple ciento veinticinco años campando en fincas onubenses de la familia García-Palacios y atesora en sus genes joyas de la sangre brava española
A estas volvió el presidente de Asaja y reclamo la dehesa como patrimonio de todos y conservado gracias a la cabaña brava, volvió el empresario para exigir a la empresa, a los ganaderos, a la prensa y al público, entrega y apasionamiento en la conservación y desarrollo de las colombinas taurinas, puesto que como cito al barbado e insolente gallego Valle Inclan “Los toros son la única educación que nos queda”
Apuntó más que maneras en su debut en estas lides Don José Luis garcía Palacios que acabó su disertación con una Viva Huelva exclamado desde el corazón pero dictado desde la cabeza.

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