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jueves, 13 de septiembre de 2007

Cuatro orejas en la corrida de rejones de Colombinas

Corrida de rejones que cierra el ciclo de Colombinas. Toros de Fermín Bohórquez, bien presentados, destacando, primero, segundo y sexto el resto menos colaboradores y dando poco juego, el cuarto se lesiono y fue cambiado por el primer sobrero que se rajo a mitad de faena, el sexto fue cambiado de forma apresurada por la presidencia, pues después de caer de mala manera y sacar el pañuelo verde el toro se recuperó al ir a apuntillarlo, siendo lidiado en su lugar otro sobrero con querencia a tablas
Joao Moura vestido a la Federica ovación y ovación
Andy Cartagena oreja y oreja
Diego Ventura oreja y oreja

La tarde del serial más templada de temperatura acabando desapacible y fría, tres cuartos muy largos en los tendidos con la sombra casi llena.


Ambiente distinto para un espectáculo distinto en el día de cierre de las fiestas colombinas. Como siempre, cortas se nos hacen, pero las vivimos con intensidad en la plaza, aún con aromas del torero a pie del día de ayer, aun se respiraban las bernardinas imposibles de Talavante, la firmeza del maestro Manzanares y la voluntad de cambiar su destino de Perera, pero, ya decimos, hoy otra forma de ir a la plaza, de entender la fiesta otro afán en el público, el sorteo es más tranquilo, la afición al mundo del caballo nos saluda en los aledaños de la Merced, hoy es su debut de temporada en la plaza para muchos de ellos. El sol casi lleno

Sobre el albero, siempre duro e incomodo, se quejan los rejoneadores, agravado además por esa cierta pendiente desde la raya de picar hasta las tablas, tres caballeros rejoneadores en tres momentos diferentes, con tres formas de encarar la profesión, de afrontar la temporada y de venir a Huelva.
Corrida muy portuguesa. Los tres rejoneadores hacen el paseillo en caballos lusitanos, dos de ellos son portugueses, aunque sólo Moura luce galas vistiendo a la Federica.
El primer toro tardo una eternidad en salir. Joao Moura ha hecho mucho por el arte de su paisano Marialva, decíamos ayer que ha toreado en cuatro décadas y tres plazas en nuestra capital, hoy volvía después de muchos años y ha dejado detalles ante sus dos toros de otra forma de entender el toreo, de gran sabor y sapiencia la forma de parar al cuarto titular, que a la postre fue cambiado al lesionarse la pata izquierda durante la lidia. Sólo la frialdad del público en su primero y el rajado sobrero de Bohórquez que hizo de cuarto, impidieron un mejor resultado estadístico, pero sin duda para la afición de más edad y más conocimientos del toro y el caballo no defraudo el niño Moura treinta años después. Deleite para iniciados.
Andy es un fijo de la Merced en los últimos años. Le hemos visto emocionantes actuaciones en su concepto espectacular del rejoneo, no nos convenció hoy a pesar de las dos orejas, anduvo lejos en las suertes, efectista y superficial, luciendo los caballos lejos de los pitones y realizando las suertes a toro pasado y sin la pasión a que nos tiene acostumbrados. Si, nos deleitó con espectaculares pares de banderillas, la suerte del teléfono, su magnífica cuadra a pesar de las bajas torea de corrido, pero le falto alma a sus faenas, quizá por la falta de colaboración de los de Bohórquez.
Diego Ventura vive por y para profesión esta enamorado en ese momento en el que enamoramiento es pasión, entrega, tiempo. Pasa muchas horas en la Puebla del Río domando, caballos, perfeccionado, limando detalles y su pasión llega a los tendidos, con una doma clásica y poderosa pisa terrenos inverosímiles y realiza todas las suertes con pureza y entrega, cabriolas delante de la cara del toro, pares al quiebro ajustadísimos, cites pasando entre el burel y las tablas por apenas centímetros. Después la devolución apresurada del sexto que cayo de mala manera y la presidencia entendió estaba lesionado, al ir a apuntillarlo se levanto más fresco que una lechuga, cosas que pasan. Con el segundo sobrero bordo el toreo, impresionantes los pares de banderillas citando mientras daba paso atrás y acabando con imposibles quiebros en la cara del toro , que volvieron loca a la plaza. En esta su presentación en Huelva y ante la afición al caballo ha cumplido expectativas y confirmado lo que veníamos oyendo desde “lo” de Sevilla o Madrid. La tardanza en morir el toro, amorcillado después del rejón de muerte que cerraba tarde y ciclo impidió estar hablando de otro rabo a estar alturas.

Con este buen sabor de boca se nos va la tarde y con la tarde se nos fueron Las colombinas, solo resta el espectáculo cómico taurino del Bombero Torero, ineludible para cualquier padre que quiera aficionar a sus pequeños. Mañana será tiempo de análisis concienzudo y detallado, ahora nos bailan los recuerdos, los malos se irán a ese recoveco de la memoria de menor conciencia, los buenos nos servirán para deleitarnos y reafirmarnos en esta pasión taurina que nos subyuga. Ya sólo nos resta despedir a la sufrida afición onubense y emplazarles hasta la próxima cita taurina en nuestra capital, que nos tememos lejana. Suerte.

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