Tres orejas para Macias en Aguascalientes

Sus alternantes tuvieron voluntariosas actuaciones, Eulalio López Zotoluco se llevó merecida oreja en su segundo y palmas en el primero.
El francés Sebastián Castella escuchó silencio en el primero, división de opiniones en el segundo y palmas en el de regalo.
A la plaza Monumental le faltó muy poco para registrar el lleno; se lidiaron astados bien presentados de Campos Real de juego variado, el sexto de la tarde recibió arrastre lento y hubo un regalo de Pepe Garfias que no se prestó para el lucimiento.
La tarde del 5 de mayo de 2013 en Aguascalientes será recordada por mucho tiempo gracias al rotundo triunfo del
Matador de Toros Arturo Macías, quien ha cumplido con creces y se ha colocado esta tarde en la historia
y en el corazón de sus paisanos. Luego de haber cortado tres orejas y poner las emociones al máximo en la plaza Monumental
de su natal Aguascalientes, los aficionados lo sacaron en hombros no sólo al estacionamiento de la plaza, sino que se lo llevaron a recorrer las instalaciones principales de la Feria Nacional de San Marcos, entre un río de gente se veía la figura triunfal de Macías 
que se alejaba de la plaza Monumental mientras miles le aclamaban a su paso.

Macías ha tenido dos actuaciones de entrega, valía, garra deseo y corazón. La primera de ellas la inició al recibir al astado
de Campo Real de hinojos frente a la puerta de toriles y pegarle una larga de rodillas para luego de pie seguir por chicuelinas 
y verónicas tersas y rematar soltando la punta del capote, posterior a que el burel  fuera picado Macías quitó por gaoneras, revoleras y brionesa para encender las pasiones en el tendido.
Llegado el último tercio se lo pasó por la espalda ligando los pases por derecha ante las escasas embestidas del burel, Macías
acortó las distancias y supo ganarse con su valor las palmas y los olés de sus paisanos. Tandas de sentimiento por ambos lados fueron la característica de su faena, Macías se puso entre los pitones rosándolos con la taleguilla, remató su labor con trincherazos, desdenes y pases por la espalda de mínima distancia, las manoletinas para finalizar y la media estocada que le valió el corte de una oreja.

Pero la faena de total comunión con su gente fue la del sexto de la tarde, Macías se puso de rodillas para recibir frente a toriles al que llevó por nombre "Bigotón" con largas cambiadas que hicieron vibrar el coso Monumental, de pie se concatenaron las verónicas y una serie de revoleras y la brionesa. Llegó el buen puyazo de Don Ignacio Meléndez y posterior a el las gaoneras en el centro del ruedo ejecutadas sin mover las zapatillas de la arena, nuevamente la luz de las revoleras y la brionesa iluminaron el redondel.

El brindis para todos sus paisanos y asida la muleta con la mano diestra se puso rodillas en tierra para pasárselo así por vibrantes derechazos y rematar de pie con el desdén. Las series por ese mismo lado continuaron con la suavidad del terciopelo y la firmeza del roble.El buen astado de Campo Real asistia a la muleta de Macías una y otra vez permitiendo al de la tierra darle tandas largas que fueron del agrado de su gente. Emoción por naturales continuaron su labor, mientras que la tradicional música de la "Pelea de gallos" sonaba en las alturas y en el ruedo Macías alterando las emociones de miles, poniéndole la muleta y los muslos en un breve espacio. Las manoletinas y los muletazos en redondo para finalizar una faena que estrujó los sentimietos, Macías roto de pasión se entregó por completo a su gente.
Se perfiló a matar dejando en un principio un pinchazo arriba y luego una estocada entera en buen sitio para que la afición pidiera con fuerza los dos trofeos que le fueron concedidos. Macías con lágrimas en los ojos agradeció al cielo y a sus paisanos y dio dos vueltas triunfales al ruedo de la Monumental entre gritos de torero-torero. Al termino del festejo fue sacado en hombros en clamorosa e histórica manifestación de cariño de sus paisanos.