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miércoles, 22 de mayo de 2013

Madrid al instante. Oreja a la bravura de Fandiño y a la emoción de un bravo Parladé


Manuel Jesús El Cid: silencio, ovación con saludos y silencio.
Iván Fandiño: oreja en el único que mató.
Daniel Luque: silencio, silencio.


No pudo ser con el primero de Parladé y El Cid, el toro no quería pasar y el torero no quería quedarse
El cuarto fue un toro muy potable que no encontró más que un Cid a medias
El sexto fue un toro muy parado al que el El Cid le realiza una faena de porfía y ganas, ante el poco enemigo y después de brindar a la cuadrilla de Fandiño, quedo sin remontar


Al segundo de la tarde, un encastado en bravo, con más complicaciones que un convenio colectivo del sector de los magos, Fandiño lo cuaja en series intensas rematadas de un pinchazo arriba y un estocada de aquellas de a a matar o morir. Pronto el toro, bravo el torero

El tercero fue muy bronco, sin clase ni fuerzas, acordándose, mirón y que además se queda a mitad de viaje Al quinto le recetó una faena deslavazada y sin apreturas.




  1. La emoción en la fiesta es una cosa sencilla un toro que quiere embestir siempre y un torero que se queda quieto. Oreja pura para Fandiño
  2. Un toro es bravo cuando a uno le da miedo ponerse delante y a mi este no me apetecía vérmelo venir. Fandiño tambien es bravo
  3. ¿Porque los toros a pesar de sus dificultades les sirven a los toreros que vienen con actitud de que les sirvan? Fandiño apuesta
  4. Que actitud de Fandiño, ole
  5. No pudo ser, el guapo Parladé ¿por que le dicen jabonero?, se quedaba y el torero no
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