Dámaso, la verdad eterna del toreo, Va por ustedes

El otro día en tertulia cigarrera, arrocera, riojana, y fluvial,  con Pepe Ruciero, Jorge Buendía, Juan Moreno y Pepe Plaza hablamos de un torero que llenó de verdad una parte de la historia del toreo. Fue Dámaso un color fuerte pero mate en uno de los momentos más grises y obscuros de la historia de la tauromaquia, fue una de las verdades en tiempos de muchas mentiras.
Como al "Tesoro de la Isla" no le acompañaba el físico, pero el corazón y el alma son de torero grande. Si este tío hubiera sido guapo y saliera en el Tomate.., claro no sería "El Dámaso"
La realidad nos trae la razón del comentario que hacíamos aquel día. Ahí queda.
Se produjo en Albacete, cuando Dámaso vio como embestía el utrero que hacía de sobrero..., cogió una muleta a instancias de Ponce, y se puso en el sitio, el engaño siempre por delante, el temple, la colocación, la torería, esos circulares sin enmendarse, el pechito fuera, los riñones encajados, el gazpacho en las gradas, la cara de alegría de quien se siente torero.