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domingo, 16 de agosto de 2015

Crónica de la corrida de Hervás. Seis orejas para Emilio de Justo en solitario

Por José María Martín. 15/08/2015.

HERVÁS (CACERES) Corrida de Toros.

 

Emilio De Justo, triunfo del otro toreo.

 

Acudía el público que cubría casi tres cuartos deplaza, de la bella localidad del norte de Extremadura, ávido por saborear el “otro” toreo. El toreo de quién se encuentra apartado de las grandes ferias y que lucha por abrirse un hueco en ellas, de las divisas (Victorino aparte) que en raras ocasiones aparecen impresas en los carteles de postín. A tenor de lo visto el personal se ha visto saciado. El juego de los distintos ejemplares que han saltado al ruedo ha sido un crisol de comportamiento y juego, pero el que no ha bajado el listón durante toda la tarde,rayando su toreo a gran altura, ha sido Emilio De Justo. Variado y garboso con el capote, hondo y profundo con la franela, y pinturero y con gusto en los remates. El culmen de su actuación lo ha alcanzado en la lidia del tercero de la tarde, cuando ambas muñecadel de Torrejoncillo conducían la encastada embestida del de Victorino, que surcaba con su hocico la arena con exquisita suavidad y lentitud, cual velero que navega por aguas mansas. Al releer el último pasaje me pregunto cómo he podido combinar en la misma frase encastado y manso. Pues sí, me reafirmo, este es el milagro del toreo. A todo esto el público ardía en sus asientos respondiendo como un resorte al agradable estímulo que suponía cada serie del extremeño, con una faena que iba claramente a más, al igual que el del hierro de la “A” coronada que acabó con la boca cerrada. Las dos orejas cortadas con las que el público premió al torero cacereño, a pesar de no acertar a la primera con la espada, lo dicen todo sobre como caló su actuación al respetable. La vuelta al de Victorino más que merecida.

Igual premio debió recibir el primero de la tarde de Luis Albarrán pues poseyó una embestida enclasada, que aunó nobleza y ritmo por ambos pitones. No tardo en ver Emilio De Justo lasbondades que le ofrecía el “Murube” pacense, y ya desde el ajustado quite por chicuelinas, la actuación del de Torrejoncillo ante el que abrió tarde, exquisitamente presentado como todo el encierro, fluyó en tono ascendente con series llenas de profundidad y recorrido. Su fallo con el verduguillo, quedó su premio en una única oreja.

Con otro de los toros importantes de la tarde, el de Fco. Galache lidiado en cuarto lugar, se mostró Emilio igual de firme. “Bravosillo”, que así se llamaba se rebosaba en cada embestida, tomando la franela de De Justo por abajo y con codicia. Ante este comportamiento Emilio respondió con aplomo y sobretodo temple, que le permitió cuajar series por ambos pitones, llenas de emoción las ejecutadas con la diestra, y de torería las que administraba con la zurda. Su repetidos fallos con los aceros dejaron su actuación en este acto en un apéndice.

Sí conseguiría las dos del último con el hierro de Urcola, en una lidia llena de emoción ante un toro que si por la derecha no resultó nada fácil, por la izquierda parecía imposible. La limpieza de las series, unido a su acierto con la de matar ayudaron a la consecución del doble trofeo.

Más que digno se mostró con sus dos oponentes de peor juegoPorfío sin suerte con el segundo de Sánchez Ybargüen, que se quedaba corto en sus embestidas y que además se rajó en un suspiroy sacó todo lo que tenía el de El Cubo que hizo quinto y que pese a tener buena condición inicialmente se apagó pronto, quizás tras recibir un largo puyazo. Hasta ese momento lo recibió con una larga de rodillas, y con la muleta cimentó su faena por el pitón derecho atacando y provocando la embestida del toro, hasta que como hemos dicho, éste dijo basta.

     

Ficha del festejo

PLAZA DE TOROS DE HERVÁS (CACERES)

 

Corrida de toros.

 

Dos tercios de entrada en tarde nublada con temperatura agradable.

 

Toros de distintas ganaderías de excelente presencia: Luis Albarrán (Enclasado y noble), Sánchez Ybargüen (deslucido) Victorino Martín (encastado y de buen juego al que se le dio la vuelta al ruedo), Francisco Galache (con emoción y recorrido), El Cubo (se apagó pronto), y Urcola (se desplazó como emoción y riesgo)

 

Emilio De Justo como único espada: Oreja, Silencio, Dos orejas, Oreja, ovación y Dos Orejas.

 

 

 

 

 

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