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lunes, 18 de mayo de 2015

Pepe Rodríguez, el cocinero de la tele, hijo de torero que degeneró en fotógrafo taurino y mesonero. Uno de los nuestros

Hijo del fotógrafo y antiguo matador de toros Diego Rodriguez Vallejo, muy vinculado a Santiago Martín "El Viti", no deja de meter baza torera en cada ocasión mediática que se le ofrece,  desde  programas en plazas de toros a cocinar para los aficionados que salen de los toros en Las Ventas.

Esta semana dice en El Mundo

Soy un taurino forzado. No sigo los toros con una vehemencia exagerada, pero es que mi padre fue torero. Yo esto lo he vivido desde crío. El mesón, antes de que fuera mi restaurante, estaba lleno de fotografías taurinas. De toda la vida, de todas las épocas, era el mundo de mi padre que, después de torero, fue fotógrafo. Todo esto me es muy familiar. Pero también entiendo que es un mundo muy peculiar, respeto a aquellos que no les gusten los toros. Les entiendo. Es algo que te tienen que enseñar poco a poco porque entrar en el toro es complicado. A mí me tiraron al agua, pero a la gente hay que enseñarle el valor, la cultura, todo lo que hay detrás... Por eso, dar de comer y de beber, organizar exposiciones... son iniciativas buenas. Así puedo traer a mi hijo, enseñarle un capote pintado por Calamaro o Antonio Banderas, que si le traigo solo a ver una corrida, lo mismo me sale corriendo como un loco.
Así lo vimos camino de Las Ventas
para ver a Ponce Castella y Galán

Yo he tenido la suerte de que mi padre no me achuchara porque la mayoría de los toreros quieren que sus hijos también sean toreros. Mi padre fue de lo poco inteligente que hizo. No achucharnos ni a mi hermano ni a mí. Nos mantuvo al margen. Le gustaba que disfrutáramos de los toros, pero nunca provocó que nos hiciéramos toreros, que es un mundo complejo, extraño y duro.

Se había retirado cuando nací. Ya teníamos el restaurante, pero lo frecuentaban los toreros, las cuadrillas... Sé de esta parafernalia. Y también de la buena gente, seria, eso sí, y con un punto golfete, que hay en esta profesión. De hecho, fue gracias a Santiago Martínez Viti con quien conocí la alta cocina. Chez Victor en Salamanca.

Y a esto se dedica en las carpas
Tras las corridas de toros, para tapear, los jefes de las cocinas del Bohío y de Goizeko Kabi activarán las sesiones de tapas y copas de la sala. El chef estrella Michelin invitado, Pepe Rodríguez Rey ha creado un pincho especial para la ocasión: un crujiente de rabo de toro con ensalada del Bohío, su restaurante en la localidad toledana de Illescas.
“Las tapas son inspiración culinaria más taurina; el repertorio de pases sabrosos y espontáneos con los que superas una faena gourmet”, asegura Pepe Rey 
Por su parte, el anfitrión, Luis Martín, que ofrecerá menús todos los al mediodías, comenta que con la gastronomía taurina “queremos añadir emoción al paladar en los festejos taurinos de cada día, sensaciones al gusto de todos, sin división de opiniones”.
Por eso ha querido hacer un guiño a la tauromaquia y sus toreros fundiendo las tapas que irá sirviendo cada noche con el nombre de un diestro: Talavante estará representado en un Buñuelo de Migas con espuma de Garnacha, tan típicas de Badajoz; Iván Fandiño, en un Bacalao a la Vizcaína; el mexicano Joselito Adame se asociará a un Tartar de aguacate y cangrejo, que se servirá el primer día de feria, o un Taco de lengua mechada, dedicado a El Payo, de Querétano. Con José María Manzanares casa el Cucurucho de chipirones con ali oli, y con Miguel Abellán, Patata brava invertida.

Picoteo en el Tendido 11

En paralelo, las barras del Tendido 11 permanecerán abiertas tras los festejos hasta la una de la madrugada, recibiendo tanto a los que salen de la corrida como a todo aquel que quiera acercarse a la Plaza de Toros para vivir el ambiente de feria en los propios corredores, con arte y música en directo. Aleatoriamente irán tocando Pepe Umbral, Sin Remedio, Los García, Caco Senante y María Romero.

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