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viernes, 1 de agosto de 2014

Las guerras para el que las pelea


Huelva crónica de Colombinas. Pereda para Ponce, Fandiño y Talavante.
Media plaza en tarde de primavera. Ventosa a rachas Toros de Pereda, 1º, 3º 4º y 6º y La Dehesilla. de buena presentación. Destacaron el excelente cuarto y el buen tercero 

Enrique Ponce de celeste y oro con cabos blancos. Silencio y oreja tras aviso 

Iván Fandiño de malva y oro con cabos blancos Oreja y Silencio

Alejandro Talavante de obispo y oro con cabos blancos. Ovación Ovación

Cumbre en banderillas Trujillo de la cuadrilla de Talavante y Pedro Lara de la cuadrilla de Fandiño.

Las tardes de toros las marca el toro, cuando hay toros, hay faenas. Cuando hay toros nobles y bravos hay faenas de arte y el torero puede demostrar toda su torería. Pero después están los toreros y sus ganas de guerra. Enrique Ponce está de vuelta de todas las batallas y nunca ha sido de condición belicosa. Fandiño se pone el puñal en la boca cada tarde, su guerra es larga y ya ha ganado batallas importantes. Talavante se acaba de tirar a monte, todavía es un guerrillero inexperto. a lo mejor se tiene que acordar de algún samurai.

Hoy salió un gran toro, el cuarto, Ponce, Viejo guerrero de estrategia, demostró que donde hubo fuego siempre quedan brasas, los rescoldos de una pasión que Huelva sintió por el de Chiva y el de Chiva sintió por el toro que ya no son llamas, pero calientan, Faena correcta, de maestro, pero a la que le faltó un apretón para la gloria, como las palmas por Huelva que sonaron pero no emocionaron. El toro repetía, humillaba, era fijo como un reloj y bravo hasta la duración de una faena larga, en la línea de Ponce. ¿En otro momento Ponce hubiera cortado dos? ¡Y yo que se, señorita, pues quizá! Con el que abría plaza no hizo Enrique más que enseñarnos que no le servía. 

Fandiño, el soldado de infantería, es el más novedoso torero de los seis de esta feria, Su segundo paseíllo en Huelva y sin suerte en el lote. Ni el primero por incierto y además por reservón de inicios, sumado al vendaval, la actitud del de Orduña fue de triunfar y lo consiguió por derecho, en faena a derechas con dos series que dejaron ganas de más a izquierdas. Un cañón con la espada. El quinto era un regalito, desparramaba la vista, medía, no humillaba y se paraba. El torero se puso pesado y Huelva le dijo que por ahí nones. Mató mal Fandiño.

A Talavante se le calentó esta tarde el pulgar en TWitter. despotricó contra el G-5 menos Perera, de la prensa del movimiento y del sistema oligopólico familiar taurino. Bien, Alejandro, alguna vez tenéis que decir lo que pensáis. Te va a pasar factura, lo sabes y o asumes por que ya estás aburrido de que te quiten y te ninguneen. Hasta ahí perfecto, pero para esa guerra hacen falta más agallas que las que has demostrado hoy, más seguridad con la espada, la pierna de salida otra vez alante, el torero más ligado. En el primero anduviste con más firmeza mientras te duró el toro de buena condición, la espada te traicionó,  no te tiraste detrás del triunfo de los independientes. Hace frió en esa guerra. Al sexto no quisiste entenderlo y eso es un lujo que no te puedes permitir. La indolencia no es buena compañera del viaje bélico que has iniciado. Torear bien no es el único argumento para esta batalla


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