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viernes, 4 de julio de 2014

Crónica de la novillada de Sevilla. La salsa de la vida

Inma León 


 

Plaza de toros de La Maestranza. 21 festejo de abono. Novillada con picadores para Borja Jiménez y José Garrido con novillos de Fuente Ymbro, deslucidos y faltos de clase, excepto el primero que le faltó fondo y el sexto, que fue el mejor. Más de tres cuartos de entrada y gran ambiente.

 

Borja Jiménez: silencio, silencio con pitos en el arrastre y silencio tras aviso

José Garrido: ovación, leves palmas tras aviso y oreja con aplausos para el novillo en el arrastre.

 

Incidencias: Jesús Díez Fini, de la cuadrilla de José Garrido, saludó en banderillas.

 

 

 

 

 

 

 

Cuando a cualquier episodio o vivencia le falta la chispa o emoción, a lo que yo personalmente llamo “la salsa de la vida”, definitivamente es complicado remontar el vuelo y más difícil aún cuando hablamos de una tarde de toros, bueno esta noche de una novillada, por cierto con gran ambiente y con los tendidos de sol abarrotados, pero permítanme un inciso.

 

Es lo que yo digo siempre, tal como está la vida en las economías familiares y en el país en general, está visto y comprobado que cuando los precios son populares el frío asfalto, que se ha visto tanto en la pasada feria, se calienta, y no por las altas temperaturas, sino por los traseros del personal, abundantes en esta noche y con rostro de juventud, de lo que me alegro enormemente.

 

Pero claro... a todo esto hay que añadir que muchos de los asistentes teníamos guardado en la retina esa Puerta del Príncipe abierta de par de par para Ricardo Gallardo, haciendo historia, y estos dos jóvenes, que representan, se podría decir, lo más granado del escalafón novilleril, algo que han demostrado esta noche sobre el alberto maestrante.

 

Aunque dicen que las segundas partes nunca fueron buenas y hoy se ha cumplido sobre todo por el escaso juego de los novillos, tanto Garrido como Jiménez venían con ganas, han intervenido en los quites y han mostrado sus credenciales, que dicen claramente y en negrita que aquí hay material y futuro.

 

Esto es muy difícil y les prometo que no tengo pinta de 'Rappel' en absoluto, pero Garrido tiene cualidades para funcionar y muy bien en esto. Nada más que con las formas de coger el capote ya se diferencia y aunque hoy no ha podido demostrar toda su dimensión, como dicen los más viejos “tiene argo” que llama la antención, y vuelvo al titular... la salsa de la vida, que llegó en el sexto.

 

Al último, cuando ya el público casi había tirado la toalla, le arrancó una oreja –con la que se estrenó el presidente José Luque Teruel-- a base de oficio y tesón entendiendo muy bien al de Fuente Ymbro, el mejor de la tarde, con el que no pudo lucirse con la capa. En banderillas, cortó mucho a los subalternos y Santi Acevedo fue volteado sin consecuencias. Con la muleta, muy inteligente, el de Badajoz entendió a la perfección a un animal, con más clase y transmisión que sus hermanos, al que acompañó en cada embestida con muletazos largos y profundos que despertaron a los tendidos al compás de 'Cielo andaluz'. Con los otros dos, el pacense, con mucha firmeza, dejó detalles que dicen y mucho, ante dos ejemplares faltos de todo.

 

A Borja Jiménez se le vieron sus ganas y voluntad durante toda la noche. Pisó con fuerza el albero maestrante al irse a la puerta de chiqueros, donde lanceó a su primero con gusto, asentándose posteriormente con la muleta sobre todo por el derecho con un novillo noble, con clase pero con poco fondo. Con el tercero, más de lo mismo, mucha verdad en una faena discontinua con un oponente sin raza, que fue pitado en el arrastre. La faena del quinto la brindó a Espartaco, que fue ovacionado calurosamente por el público maestrante y, aunque Jiménez intentó entonarse con los sones de Tejera, vino el desarme y la cosa fue a menos. Fue silenciado en sus tres actuaciones porque tampoco estuvo acertado con los aceros.

 

 

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