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martes, 15 de abril de 2014

Espartaco. Lo que viene siendo un figurón del toreo

Espartaco. Lo que viene siendo un figurón del toreo

Badajoz. Festival homenaje a "Niño de Leganés". Cartel de siete. Cinco figuras actuales, Ferrera, Juli, Manzanares, Perera y Talavante, todos extremeños de nacencia o adopción y relacionados con la carrera del banderillero madrileño afincado en la tierra parda. Por "imperativo legal y moral" se acartela un novillero extremeño al que apodera el homenajeado y que viene de formar un taco en Olivenza. Abre el cartel Espartaco.

A la ida a los toros mi compañero de viaje, que nunca ha visto torear en una plaza al torero, me pregunta con guasa ¿Que pinta abriendo ese cartel un torero retirado y andaluz de pura cepa como "Espartaco"? Él se entiende. Juan Antonio es querido como hombre por que ejerce de buena gente a tiempo total y admirado como figurón por que sus estadísticas son incontestables. Sin embargo es olvidado como torero. El que fuera jefe de filas del empresario de la plaza, José Cutiño que ejercía entonces de ayuda, fue además triunfador en muchos sanjuanes pacenses, pero no tiene vinculaciones conocidas con el homenajeado.

Quería saber el julay por qué estaba encartelado Espartaco. Tras romper el emotivo paseíllo con Luis García al frente de paisano, empezó Juan Antonio a explicarle cosas al preguntón. El de Garcigrande venía barbeando tablas tras ser parado por el banderillero a la antigua usanza. Sin previo aviso, el matador se hincó de hinojos y la larga cambiada fue una flash resumen y declaración de intenciones de aquel que mandó en esto desde la mitad de los ochenta hasta que su rodilla maltrecha por el fútbol y su infantil deseo frustrado de vivir la vida le obligaron a parar.

El clamor en los tendidos tras el lance fue unánime. La conexión inmediata con un público, que no ha cambiado tanto en treinta años, ilustró sobre el carisma de quien fue figurón del toreo durante dos décadas. Luego, una faena a la que el viento no podía molestar aunque lo intentó, trasteo marcado por el temple portentoso de una muleta poderosa, series por ambos pitones, sin importar que el izquierdo pareciese peor, toreo fundamental abrochado por molinetes, circulares invertidos, toreo en redondo... todo muy templado. La sonrisa en la cara y la pasión en los tendidos que hicieron pedir el antirreglamentario indulto para un utrero de Garcigrande, ganadería predilecta del que manda en esto ahora, que sólo hizo obedecer a lo que le mandaba uno que mandó en esto como figurón del toreo

¿Definimos "figurón del torero"? Me pide el incrédulo. Como el Barça va perdiendo, hay camino por delante y es mi obligación enseñar al que no sabe, me pongo a ello. Figurón es un torero con capacidad de poderle a muchos toros, con prolongado tirón taquillero y presente e imprescindible en los carteles estrella de todas las ferias importantes de plazas tan dispares como Sevilla, Madrid, Badajoz, Pamplona o Bilbao, que puede elegir ganaderías, compañeros y recibiendo por si mismo y sin necesidad de agruparse, el respeto y los máximos honorarios en todas las plazas, con más de un lustro de temporadas mandando y que se retira de los ruedos dejando cosas que decir.

La honradez moral y taurina de Espartaco es proverbial. En treinta años de carrera no recuerda el torero una sola bronca. Supongo que ha podido haber alguna, que su optimismo vital y el inmediato triunfo minimizan. Cuenta su apoderado de entonces que un día, de poca gente en las gradas, el torero le conminó a ir a devolver el dinero cobrado a un empresario de pueblo que había palmado en taquilla, estando anunciado como estrella del cartel el de Espartinas. Cosas de figura (de otra época)

Cuando Espartaco toma una toalla de hotel para simular la suerte de matar mi socio es ya un espartaquista más que jalea la alegría desbordada. No hay trofeos en el desolladero para premiar simbólicamente la faena. No hacen falta. El premio ya ha sido cobrado en forma de un partidario nuevo, la entrega del respetable y el amor propio satisfecho de figurón del toreo de todos los tiempos. Quedan seis en chiqueros, quien pueda que lo supere.

Llegando a casa, de madrugada, mi colega, somnoliento de toros y gintonics, se me queda mirando y como recién caído del caballo, reconoce rendido "Espartaco es lo que viene siendo UN FIGURÓN DEL TOREO"


Pues eso, y todo con una sonrisa grande como el mundo. La sonrisa del toreo, la sonrisa de Espartaco

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