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martes, 25 de marzo de 2014

Así vio un buen aficionado la novillada de Tomás Prieto de la Cal



Ayer quedó claro en Castellón el momento crítico que atraviesa la Fiesta. Se lidió una novillada con el hierro de Tomás Prieto de la Cal, utreros veragüeños de correcta presentación y de juego variado e interesante, muy acorde a su procedencia vazqueña, pero, en general, ni novilleros ni cuadrillas supieron darle las lidias adecuadas, ni  la gran parte del público, seguidores acérrimos de determinados coletudos, valoraron en su justa medida el comportamiento de la novillada, ni, lo más grave, la prensa ha contado la verdad de lo sucedido en Castellón, o no ha sabido ver el encastado juego de los utreros y, claro, así nos va.
La novillada como digo tuvo un comportamiento variado y el denominador común fue la Casta y sobre todo, un comportamiento muy acorde a su procedencia vazqueña. 

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