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lunes, 7 de octubre de 2013

Sobre el festival de Sevilla y el desordenado orden de actuación

La polémica saltó tras la presentación del Festival del 12 de Octubre en Sevilla. A la callada forma, el cartel recogía una novedad. Un novillero, Lama de Góngora, rompería plaza, por detrás Morante de la Puebla, que en sus cuatro participaciones de esta temporada en La Maestranza había abierto cartel.

Todo surgió antes. Antonio Barrera, apoderado de Morante, no quiere, lógicamente, que su poderdante abra cartel. Al romperse la negociaciones con Ventura y no aparecer ningún rejoneador en el elenco, la empresa propone que el novillero toree por delante. Se le dice a Barrera y este acepta. Pocos formalismos, todo verbal y sotto voce. Se daba forma de esta manera a una vieja aspiración de muchos taurinos.

Personalmente he oído defender esta idea a la empresa de Sevilla y a algunos ganaderos; se dice que el mayor adalid de la misma es el matador madrileño Julián López. Para ello se han elevado consultas a la administración competente, al menos en dos ocasiones. La primera con vista a la feria, la Junta dijo no. La segunda con motivo de este festival. La administración ha dicho que si, apoyando su decisión en las especiales connotaciones de un festival benéfico.

A los pocos días y ante cierta marejada en redes sociales y prensa, Álvaro Acevedo contacta con Morante que es taxativo “No consentiré que ningún novillero rompa plaza”. Saltan las alarmas. ¿Que pasa ahora?

A corto plazo no debe pasar nada, deshecho el entuerto, Morante asume que por quinta vez en esta temporada, incluidos Domingo de Resurrección y este último festejo, lidiará en primer lugar de la tarde. No obstante, en la autorización del festejo por parte de la autoridad competente, aparecerá el orden de lidia establecido que deberá respetar quien se siente en el palco, Anabel Moreno en este caso, o en caso contrario, el acuerdo unánime de todos los intervinientes.

Estos son los hechos y así va a suceder, el sábado Morante lidiará su res en primer lugar del interesante festival. Pero la anécdota no es baladí, se marca un deseo a futuro, que supone un cambio en la tradición y el reglamento, de esta forma se abrirían los carteles, ponen sobre la mesa los partidarios que callan otras intenciones no tan elevadas.

Dejamos sobre el tapete dos preguntas.
¿Es positivo para la fiesta el cambio que se pretende?
¿En que situación queda Antonio Barrera en este desaguisado?
¿Que dice el reglamento?

Contestamos a la tercera
Artº 3. g) Festivales, en los que se lidian reses despuntadas, no utilizando los intervinientes traje de luces. El desarrollo de los festivales se ajustará en lo demás a las normas que rijan la lidia de reses de idéntica edad en otras clases de espectáculos taurinos y también podrán tener carácter mixto conforme al subapartado anterior.

Artº 16 f) Cartel del festejo previsto, en el que se indicará: el número, clase y procedencia de las reses a lidiar; nombre de los espadas o, en su caso, rejoneadores; número y clases de los billetes, precios de los mismos y lugar, día y hora de venta al público.

artº 52- 6. Los espadas anunciados estoquearán por orden de antigüedad profesional todas las reses que se lidien en el espectáculo ya sean anunciadas o las que las sustituyan.

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