Corrida de Toros. Dani Morales ha tomado la alternativa con el toro “Noquillo”, herrado con el nº 19 con el hierro de Urcola.
Dos tercios de entrada en tarde calurosa.
Toros de Urcola. Muy bien presentados, cinqueños todos excepto el tercero, han destacado por su calidad y movilidad el cuarto, y el noble pero a menos tercero; y uno (quinto) con el hierro de Monteviejo, con transmisión pero con dificultades.
Emilio de Justo: Vuelta y Dos orejas.
Jairo Miguel: Saludos, y Oreja
Dani Morales: Oreja y Dos Orejas.
Hervás, en el corazón del precioso Valle del Ambroz
y lejos del circuito de las grandes ferias, ha demostrado que con buena
promoción, precios económicos, más el aliciente de la presencia de los Urcola
de Victorino, se puede conseguir el éxito de la tarde más allá del resultado
artístico de la misma, poblándose dos tercios largos de entrada.
Abrió plaza el toricantano Dani Morales, y ya se vió
en el saludo capotero que el de Urcola no estaba sobrado de fortaleza. Tras la
preceptiva ceremonia de alternativa, el ya matador de toros conjugó una faena
en la media altura, para después acortar distancias y matar de dos pinchazos y
estocada que le valieron para conseguir una cariñosa oreja.
En el que cerraba festejo, Dani salío a por todas, y
sorprendió al recibir al astado con una larga de rodillas, para después
continuar con verónicas ejecutadas con la rodilla genuflexa, con cierto aroma
de toreo añejo. Con la muleta destacaron un par de tandas ejecutadas por ambas
manos con lentitud y gusto, antes de que el toro se apagara. Mató de media y
descabello y fue premiado con las dos orejas.
Sin duda los momentos más vibrantes de la tarde, los
ha protagonizado Emilio de Justo en el cuarto, quizás el más entipado en su
encaste de los lidiados esta tarde. Emocionante se abrió el de Torrejoncillo
con el capote, con cuatro y la media, antes de que el “vega-villar”, fuera
picado de manera más que mejorable. Con la muleta Emilio ha bordado el toreo
con ambas manos, en series de exquisita limpieza y ligazón, todo ejecutado por
abajo, con el de Urcola como fiel colaborador que seguía los vuelos de la
franela con fijeza y ritmo. Se ha gustado Emilio en los remates, dejando su
firma en trincherillas y pase del desprecio, ejecutadas con sevillana torería.
A pesar de no estar muy acertado con los aceros, el público le premió con las
dos orejas.
En su primero, Emilio tuvo que salirse de su
repertorio habitual, para provocar la embestida de su oponente, muy agarrado éste
al piso, lo que le impedía conseguir la ligazón. No obstante consiguió
enjaretarles naturales de uno en uno de notable mérito. Con la tizona no estuvo
fino y perdió algún trofeo.
Cerraba terna Jairo Miguel, y lo cierto es que se
esperaba más del torero cacereño. Y no nos referimos a su actuación con el
quinto; el único de la corrida con el hierro de Monteviejo, que mostró dificultades
al quedarse corto en sus embestidas con el que Jairo hizo un esfuerzo que la
valío conseguir un trofeo; sino a su actuación con el que salió en tercer
lugar, pues nos queda la duda, de saber si se podría haber conseguido sacar más
petróleo de un astado que mostró buenas condiciones, en los primeros compases
de la lidia. En ellos Jairo lo condujo en meritorias verónicas, y en las
posteriores chicuelinas al paso, para dejarlo ante los montados. Mató al tercer
intento y fue obligado a saludar.
Se esperaba un poco más de las segundas marcas de
Victorino, después del listón tan alto que pusieron el año pasado en este misma
plaza, pero siendo sinceros la corrida no ha dejado indiferente ha nadie, si
bien ha predominado la embestida enclasada demandada en la actualidad, a la
bravura salvaje de principios del siglo pasado.
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