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domingo, 12 de mayo de 2013

La firmeza de Tomás Campos


Por Inma León 12 de mayo del 2013
SEVILLA


Sale el primero del Conde de la Maza echando las manos por delante en el capote. Tras no querer ver mucho al del castoreño, recibe un puyazo. Con la franela, desde el primero momento marcó su terreno, el sol, desarrollando peligro. Miguel Ángel Moreno le sacó los muletazos uno a uno y no con demasiado oficio a un novillo con poco recorrido y que terminó rajándose. Se atascó con la espada y sonó un aviso. Silencio.


Limpiamuc sale suelto y con querencia al sol. Roberto Blanco lo persigue con la capa y consigue lancearlo. Empuja en el caballo ante el primer puyazo, aunque en el segundo cabecea. Quita con gusto por chicuelinas Tomás Campos. Con la muleta, Blanco comienza la faena con ayudados por alto e intentó con voluntad hacerle las cosas bien a un astado reservón, que no terminaba de pasar y que se revolvía pronto. Silencio tras estocada.
Tomás Campos lanceó con gusto a Impresor, astifino como él solo. Le dieron fuerte en el caballo. Con la muleta, muy decidido comenzó con ayudados por alto, sonó la música, a cosa tomaba vuelo y en la tercera tanda por el derecho le pegó una voltereta. Volvió al sitio y con firmeza firmó derechazos con sabor y un redondo con gusto, rematado con un pase de pecho a un novillo que tuvo más recorrido, aunque con algo de peligro sobre todo por el izquierdo. Tras manoletinas ceñidas mató de media estocada y descabello. Tardó en caer y dio la vuelta al ruedo tras un aviso.
En cuarto lugar salió Costurito, un ejemplar castaño, de preciosa estampa y que también echó las manos por delante en la capa. Se pega una voltereta tras cumplir en el caballo. Saludan en banderillas Antonio López y Fernando Sánchez. Con la franela Moreno le sacó los muletazos uno a uno y quizás no con la resolución que exige este hierro. Mató de estocada efectiva y fue silenciado.
Blanco cumplió con la capa ante el quinto, que recibió un buen puyazo. Tras brindar al público, el novillero de Medina del Campo hilvanó una faena larga que no caló en el tendido ante un novillo que no humilló, con poquita clase, aunque se movió más que sus hermanos. Silencio tras estocada.
Tomás Campos, muy suelto con la capa, intenta lucirse. Tras recibir dos puyazos, saludan en banderillas Montoliu y Manuel Izquierdo. Con la muleta, Campos vuelve a mostrar su firmeza y solvencia ante un ejemplar complicado, al que entendió el extremeño, pasándoselo muy cerca y siempre tirando de él. Muy valiente, se la jugó con ajustadas bernardinas y funcionándole la cabeza. Utilizó el descabello tras un pinchazo hondo y el público pidió la oreja con fuerza.
Ficha del festejo.
Plaza de la Real Maestranza de Caballería. Algo menos de media entrada. Novillos del Conde de la Maza.
Miguel Ángel Moreno: silencio y silencio.
Roberto Blanco: silencio y silencio.
Tomás Campos: vuelta al ruedo tras aviso y vuelta al ruedo.

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