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domingo, 28 de abril de 2013

Crónica de la novillada de Sevilla por Inma León


Buenos detalles de Lama en fría tarde
Lama de Góngora ha sido el autor de lo más vibrante de la fría tarde de hoy en Sevilla. La novillada levantaba expectación, tras la pasada feria de abril, y la afición respondió al cartel con tres cuartos de entrada. Eso sí, el frío se apoderó del ambientey de lo que sucedía en el ruedo, pues aunque la novillada comenzó con buen pie con dos novillos de calidad y que se iban largo, al final no se cumplieron los pronósticos.
Lama sobresalió con el sexto novillo de la tarde, uno jabonero de preciosa estampa, que vio mermada sus facultades tras dos volteretas al meter la cara en la capa. Al sevillano le gustó el ejemplar de Cuvillo, al que le faltó un tranquito más, y lo mimó en el peto, levantándole la cara sus subalternos para que no se cayera. Con la franela, la historia tomó vuelo por el derecho con unos ayudados por alto y unos derechazos con gusto, ligazón y temple y transmitiendo al personal. Sonó la música pero los sones fueron cortados en seco cuando se la echó a la izquierda y le enganchó la franela y lo que podría haber sido se quedó en un saludo tras una media y varios descabellos. En tercer lugar se puso a porta gayola y, tras lancearlo ceñido con la capa, el animal, del hierro de Fuente Rey, recibió un buen puyazo de Manuel Cid. Con la pañosa se le vio muy seguro pero interpretó una labor algo intermitente --eso sí con detalles pintureros típicos de la escuela sevillana--, que no caló en los tendidos ante un astado de buena condición, que se quedaba cortito. Mató con una buena estocada.
El sevillano Juan Ortega, que tiene buen corte, topó con un animal que flojeó de salida y al que lanceó con gusto con la capa. Lo mejor vino al natural con la muleta, tras dosificar el castigo en varas, con muletazos de buen trazo pero aislados ante un novillo exigente al que pasaportó con una buena estocada. Con el flojito cuarto, poco pudo hacer, tras estar variado con el capote poniéndolo al caballo con un galleo de frente por detrás, ya que ante los vuelos rojos de Ortega el novillo no podía ni con su alma. Tras un segundo intento con la tizana, saludó desde el tercio.
El novillero Román es valiente, tiene disposición y baja la mano, por lo menos esa es la sensación que ha dejado hoy amparado por los arcos maestrantes. Le tocó en suerte el mejor novillo de la tarde, eso también es cierto, otro jabonero de preciosa lámina, bravo, noble y que se embebía en la muleta del valenciano. Antes quitó por tafalleras en competencia con Lama por chicuelinas, para acoplarse después a medias con este buen ejemplar hilvanando una faena con altibajos, que llegó a coger vuelo. Sonó la música pero una voltereta paró la melodía. Por bernardinas se echó al novillo encima y casi sale corneado. Mató al segundo intento, tras utilizar el verduguillo, y saludó desde el tercio tras ovación. Con el quinto, empezó con faroles de rodillas y con la pañosa la cosa no remontó pues la faena estuvo marcada por muletazos de mano baja pero aislados a un novillo de noble condición, aunque sosito. Mató con estocada trasera y tiró del descabello a la par que sonaba el primer aviso.
Ficha del festejo:
Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Tres cuartos de entrada. En tarde desapacible y fría se lidiaron cinco novillos de Núñez del Cuvillo y uno de Fuente Rey, manejables en su conjunto, nobles en general y justos de fuerza. El mejor el segundo.
Juan Ortega: ovación con saludos en ambos.
Román: ovación con saludos y silencio tras aviso.
Lama de Góngora: palmas y ovación con saludos tras aviso.

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