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sábado, 1 de septiembre de 2012

Zufre: Alejandro Pavón triunfa ante un buen encierro de Millares.

Andrés Romero y Emilio Huertas logran dos orejas por coleta.

Plaza de toros de Zufre, que lucía guapa y calurosa. Tres cuartos de plaza (500 personas) Novillada mixta, tres veces mixta Ganado para rejones, de Couto de Fornilhos, manejables y rajados. Y cuatro de Millares para la lidia a píe, de buen juego destacando el eral lidiado en cuarto lugar, primero de Alejandro Pavón, premiado con la vuelta al ruedo.
Andrés Romero, que lidió primero y tercero tras correr turno por rejonear esta  noche en Monterubio de la Serena. Palmas y dos orejas
Emilio Huertas, de grana y oro Oreja y oreja
Alejandro Pavón de celeste y oro dos orejas y oreja  

Bonita tarde de toros la vivida esta tarde en la localidad serrana, la crónica la hacemos al alimón con el doctor Federico Pozo, hombre de bien, que decían los modismos antiguos, “casado en Zufre”.  El festejo se vio alterado en su normal desarrollo por que el rejoneador onubense, de muchas vinculaciones con la localidad serrana, Andrés Romero hacía doblete hoy en una intensa temporada y debía desplazarse ni más ni menos que a la localidad extremeña de Monterubio de la Serena, y tras pedir permiso a la autoridad y el acuerdo pertinente con sus compañeros de cartel, lidió sus utreros en primer y tercer lugar para salir pitando hacía la provincia pacense con la cuadra partida. Partida de curiosa manera, los caballos que lidiaron en primer lugar se embarcaron y salieron hacia la Serena tras la lidia y muerte del que les toco en suerte. Torero y resto de cuadra salieron tras la muerte del tercero. ¡¡Que trasiego!!  Antes, ante un rajado primer ejemplar de Couto, al que le recetó doble dosis de rejones de castigo, lo toreó con apreturas cuajó en banderillas con Inquieto y con Cantú y luego le costó encontrar la muerte ante el amorcillado portugués. Al que hizo de tercero lo supo cuidar y lo acabo cuajando en banderillas con   Guajiro y Viñas y con Bambu  puso al público a su favor en las cortas y con el rejón de muerte. Dos orejas logró el escacenero
En la lidia a píe, el primer utrero de  Millares, castańo, bonito y noble le tocó en suerte al prometedor Emilio Huertas. Lo torea con suficiencia  por los dos pitones, tras ser muy mal picado y muy bien banderilleado por Ángel Otero. Faena aseada, bien estructurada y aseada. Mata de pinchazo hondo. Al quinto de la tarde, un excelente torete de Millares, lo toreó ante sus dos últimos  apoderados Tomás Campuzano, que acaba de dejar de serlo y Julio Aparicio, que recién toma las riendas de la carrera del novillero, y ante ambos dejo muestras de sus mejores condiciones, muy buenas tandas al natural, profundidad y ganas de hacer las cosas despacio. Mató mal y perdió algún que otro trofeo.
El torero de la tierra, Alejandro Pavón, repetía por tercer año consecutivo en su pueblo y de nuevo logró un sonado triunfo, vestido de celeste a oro ante un excelente eral burraco de Millares se luce con el capote, variado y pinturero, brinda luego al publico y a continuación le enjareta una variada faena, donde alterna las suertes fundamentales con torero barroco y de mucho gusto, el eral se mostró noble y muy repetidor, a más y la faena culmina con la vuelta al ruedo al burel y las dos orejas al torero sevillano de raíces zufreñas.
Al que cerraba plaza, un castaño de excelente son como sus hermanos, lo recibió Pavón con gusto en una serie de lances de mucha transmisión, Luego con la pañosa, rodilla genuflexa, serie sabrosa con la derecha. Rompe a sonar la música, magnífica la banda toda la tarde, una banda que nos dicen que cada año suena mejor. Tras intentarlo con la zurda sin remontar el vuelo al natural, vuelve a la diestra y al toreo en redondo. Tras algún revolcón, propios de sus estatus novilleril, lo pasaporta de estocada tendida que es suficiente y logra una oreja generosa pedida con fuerza por sus paisanos.

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