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lunes, 10 de septiembre de 2012

LA DICTADURA DE LA FEMORAL

Traducción libre( un poco de google, dos veranos en Lunegarde y un mucho de Jacqueline) de lo publicado por André Viard en Terres Taurines en respuesta a los twitter de Juli de ayer

Despechados,  por un nuevo fracaso en el albero de Dax, después del sufrido en Mont de Marsan, Juli exorcizó su cólera vertiéndola en twitter "contra una banda de periodistas franceses"  de la que yo sería su inspirador, los cuales habrían, según él, desde el último invierno orquestado una campaña manipulando al público en su contra.

Habiendo recibido precisamente este invierno los dos premios más importantes de periodismo en España, aprecio en su justo valor el merito que me concede muy involuntariamente Juli, que pone primero en valor mi libertad de pensamiento y mi independencia, enfrente de un sistema que él mismo promovió y que todo el mundo conoce como G10.

Dicho esto es una injuria a los periodistas a quienes acusa, sin nombrarles, de dejarse influir por mis  posiciones al opinar que ellos necesitan a quienquiera para analizar la situación de la tauromaquia contemporánea, y dejar caer que ellos no serían tan libres e independientes como yo para decir aquello que  piensan.

Que esto no le guste, lo entiendo también, pero estoy  apenado al ver una figura de su dimensión no asumir las consecuencias de sus elecciones, hasta el punto de buscar a un responsable en el desapego que le manifiesta cada vez más a menudo el público francés, que no necesita a nadie para comprender que los abusos de los que es víctima como consumidor, es al Juli al primero al que los debe.

Que esta toma de conciencia sea desestabilizadora para Juli es comprensible, porque él no percibe ni quiere analizar, a pesar de todos los datos, por que el sistema no le va tan bien como antes. Debo de confesar que si contribuí a esta toma de conciencia estoy contento, en la medida en que defender un toro digno, la lidia completa y una economía duradera a través de una disminución de los costes son, bajo mi punto de vista, las llaves de la supervivencia de la tauromaquia a largo plazo.

El largo plazo, lo concibo también, Juli se burla con ganas, y su segundo error es achacar la actitud del público durante este año a supuesta campaña de la prensa en Invierno: ¿no se acuerda que el año pasado, cuando abandonó las arenas de Dax en agosto, fue escuchando al público reclamar la presencia de "Roque", un novillero sin caballos salmantino, que practica el toreo heterodoxo  había hecho olvidar al publico una feria fallida, por que falló el toro que las figuras habían impuesto?
Y él no se acuerda que en septiembre, el mismo público lo acogió enarbolando una gran banderola sobre la cual se podía leer: " Aficion indignada "


La realidad, es que declaraciones demagógicas no engañan a los aficionados, frente a los que queremos que, y  la crisis que ayude, el público abra los ojos. Que Juli tenga dificultad para admitirlo lo comprendo también, en la medida en que no está preparado para entregarse a un análisis de esta amplitud, y además sus consejeros no lo ayudan en ese sentido. Pero desgraciadamente para él, los tiempos cambian, el público también, y las declaraciones mágicas no tienen efectos sobre el futuro si no son acompañadas de reformas profundas y estructurales.

Como todo poder establecido, a Juli le horroriza del cambio, pero me temo que este cambio se producirá a pesar de él. Creí mucho tiempo que Juli sería lo bastante inteligente como para comprenderlo y bastante generoso como para tomar afrontar los problemas de la tauromaquia en su conjunto, con el fin de usar de su fuerza y de su poder de persuasión para hacerla evolucionar en la dirección del sentido común.

Desde hace dos años, y sobre todo desde este asunto desgraciado de los derechos de imagen, me resigné, como tantos otros, a no verlo erigirse en renovador del sistema en interés de todos ello, y llegué a la conclusión, triste, de que sólo perseguía su puro interé. En una economía liberal, como lo es la del mundo taurino, tiene perfecto deeecho, pero entonces Juli no debe extrañarse de que su actitud descontente a  los aficionados, pero también a muchos profesionales

Pero lo que es indigno e injusto de una figura de su envergadura. y esto debe ser criticado por los periodistas, es no tener en cuenta que el hecho de que se juegue su vida en la arena cada tarde, sea motivo para no poder ser respondido. Hay que recordarle que este riesgo máximo es la suerte de todos los toreros, desde el más grande al más modesto, que ninguno es obligado a ir al toro, que cada uno lo hace en su alma y conciencia, asumiendo los riesgos, y que, como decía tan bien Espla, "esto forma parte del contrato".
En otra época, el excelente Alain Layale había dado a esta forma de chantaje odioso, un nombre evocador que no puedo evitar someter al Juli: "la dictadura de la femoral", en nombre del cual los toreros en ejercicio tendrían el derecho de imponer el silencio a todos los que van a las plazas y cuyo solo derecho sería de admirarlos en toda circunstancia.

Que yo sepa, nadie en la prensa nunca puso en tela de juicio las calidades formidables de Juli como torero, y le reenvío personalmente diversos escritos publicados a lo largo de su carrera en Tierras Taurines, para comprender a cual punto va descaminado: no es el torero quien es el motivo de una discusión hoy, pero el jefe de banda que se formó arrastrando a sus compañeros en una carrera que se revela ser suicida para muchos de ellos, sin hablar de los numerosos ganaderos a los  que conduce a la ruina.

Pero como dicen, esta es su elección, y cada uno es libre de seguir sus pasos o no.

¿Qué esté sorprendido Juli? tanto mejor. ¿Qué esté enfadado porque el público le dice que está hasta las narices de esto? Todavía mejor, si esto le ayuda a hacer un examen de conciencia.


 otro es esto su elección, y cada uno libre de encajar sus pasos o no. Esto vale también para los periodistas que prefieren llevar su propia reflexión que de ingurgitar los argumentos de lenguaje que se les propone a veces muy generosamente. ¿Qué esté sorprendido Juli de allí? tanto mejor. ¿Qué esté enfadado porque el público le dice que lo tiene marre? Todavía mejor, si esto debe ayudarle a hacer un examen de conciencia.

Trataremos de olvidar que pudo caer tan bajo buscando un chico expiatorio a sus problemas, y esperemos que tenga el empeño de demostrar, como siempre lo hicieron las grandes figuras y él también en diversos momentos desu carrera, por qué es el líder incontestable de la profesión.
No necesito sugerirle soluciones, sabe perfectamente lo que debe hacer: "lo contrario a lo que él hace desde hace dos años".





1 comentario:

  1. Fantástica respuesta, clara, respetuosa y contundente. Enhorabuena a André Viard y a ti Javier por la valentía en estos tiempos. RCB

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