Diego, a pesar de su mala Ventura

El rejoneador, lesionado desde el Primer toro, se sobrepone y triunfa con tres orejas en su gesta de Huelva.

El onubense Andrés Romero levanta la tarde de Diego con un gran tercio de banderillas junto al titular y al otro sobresaliente, Francisco Palha.

Diego Ventura, contusión en la escápula, pendiente de exploracón radilógica más profunda.

Clarin, Cornada en el prepucio

Plaza llena, calor sin agobios, tras el paseíllo salen al ruedo en carrusel los 20 caballos coprotagonistas del acontecimiento
Ganado de

José Luis Pereda, parado 
Fermín Bohorquez (cambiado por el de partido de resina en el orden de lidia) a menos
Partido de Resina  sin fijeza y con mucho disparo
Miura Con tranco y muy listo aplaudido en al arrastre 
Benítez Vubero bronco
Juan Pedro bravo
Diego Ventura, silencio, silencio, silencio, palmas, dos orejas y oreja.

El rejoneador no salió a hombros, por decisión propia, dolorido tras la voltereta

Estaba todo preparado para un triunfo a golpe cantado de Ventura en La Merced, la plaza llena, el público a favor, ambiente por todo lo alto, sin embargo, se arrastraba el toro de Miura, que hacía de cuarto y la tarde se escapaba por los derroteros de la frialdad, de la mala suerte, una herradura que dejaba descalzó a Nazarí, era el símbolo perverso de la negativa conjunción astral que a veces se pone en contra de los héroes. Cuatro toros arrastrados, un caballo, Clarín, cogido, un rejoneador maltrecho en infiltrado, mucha frialdad en la plaza llena, ni una sola oreja…, lo que se dice una mala tarde, que se complicó desde el mismo comienzo de la misma con la lesión escapular de Diego Ventura.

Y entonces apareció el quinto de la tarde, un toro de Benítez Cubero, de los de confianza del rejoneo, pero sale brusco y violento, engollipao, sin aparentes posibilidades pero Diego empezó a despertar del letargo en que parecía sumido, puede que por la fuerte infiltración de calmantes que recibió tras la caída del primer toro. En el segundo tercio Invita a compartir banderillas al onubense Andrés Romero y al portugués Palaha, el de Huelva a lomos de Guajito, forma un alboroto al quiebreo, Ventura se despereza y responde, pares al violín, cumbre de colocación. al estribo, y de emoción, rompe la tarde y el rejonazo final  suponen dos orejas que cambiaron el sentido de la tarde.

En el sexto, el de Juan Pedro, tras torearlo cumbre con Pegaso, culminó la faena con la otra sorpresa anunciada, echar píe a tierra y regalar tres series con la derecha, mató  a espada por arriba y cortó una oreja que culminaba el buen sabor de boca de la tarde que no fue lo triunfal que se podía suponer.

Antes, una tarde gris desde el percance, con un rejoneador capidisminuido, en inferioridad física, que además ya venía tocada desde Iscar. Ese toro de Pereda parado y listo, no permitió lucimiento.

Al de Bohórquez, lo rejoneo cerca y al estribo en los encuentros en banderillas, templó con Nazarí en ajustadas galopadas de costado y colocó dos banderillas con mucha verdad. Con Milagro se lució en un ceñido quiebro. Mato mal
Con el tercero de Partido de Resina, anduvo bien con Ordóñez y Oro en banderillas con el bayo se lo pasa cerca, el toro espera y tiene disparo sin fijeza, siempre a favor de querencia, pierde Califa la herradura y queda descalzo en un símbolo de las malas sensaciones de la tarde
Y salíó el Miura, cárdeno, galopón, de buen tranco y al que con Nazari lo cuaja de salida  Momento de pavor cuando el auxiliador Cesar Martin pierde pie ante el Miura, que milagrosamente no hace por el, había cambiado el signo de la tarde con el de Zahariche,  lo templa con Ordóñez y lo torea muy despacio a caballo, cabriolas en la cara, el toro aprende, calienta lis tendidos, lo mata a la segunda y recibe una fuerte ovación.

Pundonor y casta de un Diego ventura que seguro que se ha quedado con ganas de repetir, quizá el año que viene, en las que serán sin duda las mejores Colombinas de la historia… otra vez.