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domingo, 29 de abril de 2012

Las diez de últimas. La de Miura con tres toreros, tres, Rafaelillo, Moreno y Marín

De una tarde de mil matices, mi retina se queda con las series de Rafaelillo al quinto de la tarde, verdad torera, heroicidad consuetudinaria, capacidad de quedarse más quieto que un palo. Emociona este torero de poca estatura. Otra vez después del pasado año. ¿Sitio garantizado para el año que viene en el mismo sitio y la misma hora? Pues se ha ganado una cita una semana antes.

José Luis Moreno se llevó un tarantantan del cuarto que lo dejo noqueado, a pesar de eso se quedó y entró a matar y se llevó otro meneo. Raza del torero de Dos Torres.

No se veía a Rafaelillo detrás del quinto a la hora de matar. Al primero lo cazó "a ojo", nos acordamos de Valderrama.

Serafín Marín es un torero honrado, su antiguo apoderado, el Moranco andaba por el callejón. Hace dos años después de la de Palha le dijo ¿A quien llamo ahora?", pues a cualquiera, Cesar, con esa actitud a cualquiera.

El cuarto Miura era un tren¡Que cosa más larga!, nos acordamos de Gandía,... media hora saliendo toro, es verídico.

El tercero del Conde de la Maza fue un bicho, bien Marín, aguantando tarascadas y buscando robar muletazos.

A ese tercero bis se tiró un espontaneo, en vez de tirarse al devuelto titular del hierro de la A con asas, como hubiera hecho un loco aficionado. Tan tonto o tan borracho o tan mal aficionado es el tío que se tira a uno del Conde que había de lidiarse, no podrá contar a sus nietos que le dio dos muletazos a un Miura en La Maestranza. ¿O será partidario del Conde?

El quinto toro nos recordó a faenas nunca vistas pero soñadas, la de Manolo Cortés que inspiró una de las crónicas más bonitas de Zabala padre, la de los gitanos de Benlliure toreando. Las faenas del genial Pepeluis padre. Es posible torear por derecho a un Miura, con las piernas clavadas hasta el metro, hasta adornarse con un kirikiki y con cadencia y temple infinitos. ¡Torero!

Clarinazo, en el último cambio de tercio de la feria se gustó el interprete, La Maestranza correspondió con palmas, en una plaza de toros todos tienen que sentirse toreros. Olé

Se nos fue la feria, una mala feria en sus carteles, una mala feria en taquilla, una mala feria en lo ganadero, una mala feria en el escalafón. Una buena feria en su compresiva lectura, en los buenos ratos con los cabales en el Taquilla, en la Venta Pazo, en La Puerta La Carne. Una tarde de toros nace a la hora de comer y muere... no muere nunca, mientras un aficionado sea capaz de recordarla en un sólo detalle. Gracias por su paciencia.

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