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sábado, 24 de septiembre de 2011

Y Morante pidió el sobrero.... Antonio Lorca en El Pais


El festejo comenzó con uno de esos momentos que todo aficionado debería vivir, al menos, una vez en la vida: la plaza puesta en pie, las palmas echan humo, y, en la raya del tercio, los tres matadores rodeados por sus hombres de plata, todos montera en mano, recibiendo la ovación más intensa y emocionante que pocas veces se han escuchado en una plaza de toros. Instantes antes, el paseíllo estuvo acompañado por el grito unánime de 'libertad, libertad', que se repetiría en distintos momentos de la corrida. Abierto de capa, Morante recibió a su primero con seis verónicas que supieron a gloria, especialmente la cuarta, por el pitón izquierdo, todo un monumento al temple y la elegancia. Después, todo le salió al revés, y acabó como centro de una de esas broncas de campeonato reservadas a los artistas como él. Se afligido muy pronto ante el bonancible primero, al que no entendió y se mostró torpe, cohibido e inseguro. Al cuarto no quiso verlo; lo abaniqueó por la cara y, entre el lógico enfado del respetable, lo acuchilló de mala manera, y todo acabó como el rosario de la aurora. ¡Así de dura es la vida del artista! ¡Quien bien te quiere te ha de gritar! Y perdonar: Morante intentó en el sexto en el sexto el quite del perdón y ahí quedaron para la historia una verónica inmensa y una media de cartel. Pero las voces hirientes contra el de la Puebla no había cesado durante toda la corrida, y surgió la sorpresa: Morante pidió el sobrero. Las cañas se volvieron lanzas, los insultos en palmas por bulerías. Y bordó, así de exagerado y verdadero, el toreo a la verónica. El temple y el templo hecho arte. El quite a la verónica dejó el toreo en las nubes. Invitó a banderillear a sus compañeros de cartel y la gente no se lo creía. Momento este inolvidable. Un animal de ensueño en la muleta, y se gustó y sintió Morante, y surgieron pasajes de pura armonía. Fue un momento glorioso, bonito de verdad. Roto y desmadejado el torero, enloqueció a todos por su naturalidad, barroquismo e inspiración. Así es el artista de la Puebla

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