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lunes, 25 de julio de 2011

José Tomás con una cornada envainada visita el hospital. Huelva no peligra.

Enrique Amat lo cuenta en Levante
El matador de toros José Tomás, una vez terminada la corrida del sábado, regresó a su cuartel general del hotel Valencia Palace. Una vez allí, sintió molestias en su brazo izquierdo, por lo que decidió llamar al cirujano jefe de la plaza de toros de Valencia, doctor Cristóbal Zaragozá.

Éste le citó en el Hospital General de Valencia. Una vez allí le examinó, descubriendo en la exploración que el torero sufría una cornada envainada en el antebrazo izquierdo. Se le hizo una ecografía, de resultas de la
se le descubrió un fuerte hematoma en dicho brazo, acompañada de una hernia muscular.
Asimismo, y para descartar otras posibles lesiones que le hubiera podido provocar la fortísima voltereta que sufrió al iniciar la faena al quinto de la tarde, se le practicó un estudio radiológico de la columna vertebral, que dio un resultado negativo.
Posteriormente el espada se trasladó a su hotel y ayer por la mañana emprendía viaje a Estepona para proseguir su preparación de cara a su próximo compromiso, que tiene fijado para el próximo día 3 de agosto en la plaza de toros de Huelva.
Según el doctor Zaragozá, este percance no le debe impedir estar ese día en el portón de cuadrillas del coso onubense.

Se da la circunstancia de que ayer se cumplían dieciocho años del debut como novillero con picadores de José Tomás. Este tuvo lugar el día 24 de julio de 1993 en la plaza de toros de Benidorm, donde lidió un encierro de Román Sorando alternando con Antonio Barrera y Canales Rivera, cortando una oreja a cada uno de sus oponentes.

El matador de toros y crítico taurino Juan Posada se lamentaba poco antes de su muerte de que habían desmitificado el peligro y la grandeza que tiene el arte de torear. Con José Tomás, esta grandeza vuelve al toreo

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