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lunes, 6 de junio de 2011

VIVA MEXICO!!!!

Lo de esta tarde en la Maestranza podía parecer de chiste porque en el cartel se anunciaban un francés, un mejicano y un español, pero no lo fue en absoluto. La Maestranza llenaba su aforo hasta la mitad y hubo una novillada de Javier Molina muy bien presentada, aunque quizás un tanto baja de peso que fueron por lo general nobles en la muleta, sobresaliendo el que salió en segundo lugar y que tocó en suerte al mejicano Diego Silveti. El novillero recibió al novillo con una capote templado que volaba con buenas maneras. El novillo fue siempre a más y quizás el mejicano acusó un poco su falta de oficio pero por lo demás estuvo muy firme y decidido y su labor fue muy digna. En los primeros compases de la faena lo toreó por el pitón derecho intentando llevarlo, pero el novillo no terminó de entregarse. La faena fue subiendo de intensidad una vez que se llevó la muleta a la izquierda para hacer las delicias del respetable con su toreo al natural. Dió todo lo que llevaba dentro y se entregó por completo en la faena, dándole tiempos y distancias que fueron acertados. Terminó por ajustadas bernardinas y resbaló al entrar a matar para después clavar una estocada un tanto atravesada por lo que tuvo que descabellar, y perdió una oreja de mucho peso de haber matado a la primera. Dió una vuelta al ruedo tras leve petición.
El quinto novillo lo arrolló de fea manera propinándole una brutal voltereta de la que salió ileso sin mayores consecuencias, exceptuando el gran golpe recibido. En la faena de muleta poco pudo hacer más que pegarse un arrimón, demostrando de esta manera que tiene valor y gallardía.

Thomas Duffau, novillero francés de gran proyección, se compuso mucho y bien, aunque quizás fue un poco pesado en su actuación por dar demasiados pases sin posibilidad de llegar a algo. Estuvo bien con el capote a la verónica y con un ajustado quite por chicuelinas. Brindó al maestro Manolo Cortés agradeciéndole que le enseñara a vivir la vida más bonita que podía haber soñado nunca, desde que siendo un niño, lo descubriera en los festivales organizados por el maestro anualmente en Villanueva de Marsan. tuvo solo un par de tandas por el pitón derecho y remató de estocada, recibiendo una cariñosa ovación por parte del público.
En el cuarto de la tarde el francés estuvo voluntarioso pero sin opción a nada más. El novillo pronto se fue a tablas, y aún así demostró tener mucha voluntad aunque volvió a pecar por preocuparse en exceso de componer la figura.

El sevillano Javier Jiménez no tuvo opción alguna con su lote, aunque sí se esforzó en la faena sin tener mayor relevancia de la que realmente tuvo. El pupilo de Espartaco estuvo muy voluntarioso y demostró oficio aunque a veces estuvo fuera de cacho. Elaboró faenas sin profundiad alguna y lo que más que pudo hacer fue justificarse. En el tercero fue ovacionado teniendo en cuenta su esfuerzo y en el sexto no tuvo realmente opción a nada.

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