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domingo, 29 de mayo de 2011

OREJA PARA LEANDRO EN CORDOBA


GANADERIA: Seis toros de “Torrestrella”, bien presentados y de juego desigual, pero todos tuvieron transmisión, casta y movilidad. Algunos mejores como el 3º, bravo y con agresividad, y otros que terminaron parados como el 6º. El peor para el torero el 1º.
TOREROS: EL CORDOBES (verde y oro). Pinchazo y estocada caída (silencio) y media estocada (pitos)
EL FANDI (negro y oro). Pinchazo y estocada corta (silencio) y pinchado, metisaca y estocada trasera (silencio)
LEANDRO (pizarra y oro con remates negros).Estocada (oreja) y dos pinchazos echándose el toro (palmas de despedida).
INCIDENCIAS: Plaza de toros de Córdoba “Los Califas”. Sexto festejo de abono de la feria de Nuestra Señora de la Salud. Media entrada en tarde calurosa.

Nos hemos tirado toda una semana tratando de averiguar cuál es el tipo de toro que gusta en Córdoba. Una semana de toros muy justitos de presencia, y salvo contadas ocasiones, parados, sin fuerza y sin casta alguna. La ganadería digamos más torista, tampoco vino a aportar nada nuevo. Finalmente ha tenido que ser, una vez más, la ganadería de “Torrestrella” la que aporte un toro que es el que la ciudad de Córdoba necesita. Un animal bien presentado, musculado, nada atacado de kilos y limpio de pitones. Por dentro, como los melones sin calar, no se sabe lo que llevaran, algo más que normal. Estos toros venidos desde Los Alburejos han tenido otra cosa que necesita la fiesta. Raza y movilidad. Algunos no han salido bravos como se entiende que debe de ser un toro ideal, pero al menos se han movido, a excepción de sexto, y otros incluso han tenido calidad y motor en sus embestidas como el bravo tercero. La cosa esta clara. Muchos toros de esa hechura y condición. Con ellos nadie volverá a protestar en los tendidos.
Sin ser un dechado de virtudes digamos que la corrida ha tenido interés. Ante ellos los toreros han tenido opciones, pero ante el toro encastado hace falta toreros con hambre y salvo el caso de Leandro, que si estuvo a la altura, los otros alternantes se preocuparon más en mostrar al tendido las dificultades de los toros, cosa que da la raza, que en tratar de resolverlas.
Abrió cartel Manuel Díaz “El Cordobés” un torero que goza con las simpatías de la afición cordobesa. Ayer el bueno de Manolo solo puso mostrar sus deseos. Una vez vistos los problemas que tenían sus oponentes opto por no complicarse la vida a estas alturas de su carrera. Mató a sus dos toros y aquí paz y después gloria. Otra vez será.
El Fandi estuvo desconocido. Vulgar con el percal. Ventajista con las banderillas y al igual que el cabeza de cartel, tampoco se complico mucho la vida. En su primero anduvo voluntarioso pero el ‘carbón’ que tenía el toro hizo que nunca estuviera a gusto. En su segundo no quiso, o no pudo, resolver las brusquedades del animal que pedía a voces una muleta firme y con mucho mando.
Los más selectos aficionados esperaban a Leandro. El vallisoletano reaparecía tras la cogida sufrida en la feria de su tierra. Leandro estuvo elegante con el capote en unos lances que fueron aplaudidos. Brindó al respetable y estuvo a la altura de un animal muy agresivo, al que cuajó una faena de mucho merito y con su personal corte estético. Cuajó tandas con la diestra de poder y buen gusto, bajando el tono al natural por el aire que le molestó durante la faena. Mató de certera estocada y cortó una oreja de más peso que algunas que se han concedido en la feria. Su segundo fue el garbanzo negro de la corrida. Se paró muy pronto y Leandro solo pudo despacharlo.
Corrida pues interesante en que la ganadería triunfadora del año pasado, sin reverdecer los laureles alcanzados, ha vuelto a Córdoba y ha mostrado el toro que se ha buscado durante todo el ciclo.

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