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miércoles, 9 de marzo de 2011

Declaración mundial de la tauromaquia como obra maestra del patrimonio cultural inmaterial

 MANIFIESTO realizado por la Asociación Nacional de Presidentes de plazas de toros de españa, la Federación Internacional de la Tauromaquia y el Observatorio de Culturas Taurinas de Francia, cuyo vicepresidente, François Zumbiehl, lo ha elaborado
Nosotros, aficionados, profesionales, investigadores y escritores de los ocho países de América y Europa con tradición taurina, declaramos:
- Que la Fiesta de los toros, cuya expresión moderna se fragua en la Península Ibérica desde la Edad Media, en América desde el siglo XVI , y en el sur de Francia desde el siglo XIX, apoyándose en tradiciones taurinas más antiguas, extrae sus raíces de un fondo milenario de la cultura mediterránea heredada por los pueblos latinos, en la cual el enfrentamiento entre el hombre y el toro, y su interpretación simbólica, han dado lugar a un sinfín de mitos, de celebraciones y de obras maestras en las artes y en la literatura

Que esta Fiesta, en sus diferentes interpretaciones, refleja la sensibilidad específica de cada uno de los pueblos y comunidades que la comparten, pero expresa al mismo tiempo, en el aspecto ético y cultural, los valores fundamentales del hombre de herencia latina y su manera de enfrentarse con la vida, con la muerte y con lo efímero.

- Que constituye el núcleo de numerosas fiestas locales y juega por lo tanto un papel muy importante para estrechar lazos de afecto y solidaridad entre comunidades y pueblos, fomentando de manera muy significativa el turismo y la economía local de las ciudades taurinas, implicando además, en el campo y en las ciudades, numerosos oficios y puestos de trabajo relacionados directa o indirectamente con el mundo de los toros.

- Que da lugar durante todo el año a numerosos actos culturales y encuentros entre aficionados, y a numerosas publicaciones en libros, revistas y sitios en Internet.

- Que la tauromaquia está basada en el respeto que los ganaderos, toreros y aficionados sienten por el toro durante su lidia y durante su cría en condiciones óptimas de libertad, en unos espacios preservados que constituyen una reserva ecológica insustituible para la fauna salvaje y la flora, y que mantienen numerosas tradiciones de campo; que la conservación de esta riqueza ecológica así como de los encastes del toro de lidia están condicionadas por la supervivencia de la corrida.

- Que la protección de cualquier expresión del patrimonio inmaterial condiciona la diversidad cultural y garantiza el desarrollo sostenible, como lo declara el texto de esta convención en su primer considerando; que por otra parte la promoción de la diversidad de las expresiones culturales ha sido objeto de una convención firmada en 2005 por el conjunto de los estados representados en la UNESCO, con el fin de evitar, dentro de los límites marcados por la Declaración universal de los derechos humanos, los efectos negativos de la globalización.

- Tales son los motivos por los cuales nosotros, aficionados y personas sensibles a la belleza y respeto a las libertades, afirmamos que la fiesta taurina conlleva una riqueza cultural y unos valores históricos, ecológicos, artísticos y culturales, cuyo legado debe de ser preservado para futuras generaciones. Reafirmamos igualmente la singularidad del Toro bravo lidia, su bravura y la riqueza genética de sus numerosos encastes; la contribución de su cría al mantenimiento de la dehesa, ecosistema por excelencia y garantía de preservación de la biodiversidad, fundamental para la supervivencia y mantenimiento de diversas especies de flora y fauna en peligro de extinción. Dentro del marco legal y democrático de las distintas Naciones, queremos mantener y compartir esta tradición en las regiones y lugares en los cuales la Tauromaquia adquiere su pleno significado y como expresión cultural de plena actualidad y vigencia. Igualmente pensamos que está en juego la diversidad de las expresiones culturales cuya libertad ha sido declarada por la Convención de la UNESCO, firmada en 2005, con la única obligación de su conformidad con la Declaración universal de los derechos humanos.

- Que la Fiesta de los toros, en definitiva, constituye un patrimonio cultural inmaterial reuniendo todos los criterios especificados, en su artículo 2, por la Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, firmada en la UNESCO el 17 de octubre de 2003, que se aplica a los ámbitos de las tradiciones y expresiones orales, de las artes del espectáculo, de las actividades rituales y festivas, de las prácticas en relación con la naturaleza, de los oficios y artesanías tradicionales;

Recomendamos a las autoridades competentes de nuestros respectivos países que adopten todas las medidas necesarias para la protección y la promoción de la Fiesta de los toros y para su reconocimiento como patrimonio cultural inmaterial a nivel regional, nacional y mundial, empezando por su inscripción en los inventarios nacionales de dicho patrimonio, tal como lo recomienda la convención de la UNESCO.

Es por ello que afirmamos que la TAUROMAQUIA es por derecho propio Obra Maestra del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad conforme a los criterios y definiciones de la propia UNESCO; ratificando la presente declaración e instando a la creación de una plataforma internacional para gestionar la declaración y reconocimiento oficial por parte del Alto Organismo de las Naciones Unidas

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