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sábado, 2 de octubre de 2010

La intimidad de una cuadrilla en la casa de la cultura de Palos.











Contrerás, Corralejo, Muriel, Carbonell Cartes y Doblado revelan las interioridades de una cuadrilla.
Sentido y sencillo homenaje a Jesús Márquez que fue dado de alta ayer
Magníficamente presentados por el presentador del programa Entendidos de la televisión local onubense CNH , la cuadrilla al completo, se gustó, se sintió a gusto arropada por un público atento, entregado, cariñoso y torero que supo valorar el ejercicio de nudismo emocional y profesional que realizaron los hombres de plata.
Bajo el sugerente título de gentes de plata hombres de oro, el moderador planteó la tertulia en tres tercios, Que significa sentirte torero. La respuesta fue unánime, despertarte todos los día en torero y acostarte en torero, en el intervalo de vigilia, prepararse, sentirse, aprender, pensar, mejorar y vivir en torero.
El segundo tercio de la inteligente faena fue planteada en los siguientes términos, ¿Cómo te preparas para ser torero? 24 horas, en el campo, con mucha atención a la forma física, mucha afición, una entrega absoluta ahí salió el león de Corralejo apuntado que “me pongo de mala uva cuando no tengo toros. Cuando hace unos años tuve un percance grave tardé unos meses en recuperar la vista totalmente, pensaba que mejor que el toro me hubiera matado”. Dureza y afición en esas `palabras.
El día de la corrida fue el tercer toro de la tarde, el antes el durante y el después, la colocación en la plaza, en el paseíllo, hacer la s illa, Tomás Doblado habló del rito que supone, la función que cumple de revisar todo, desde el añadido hasta las zapatillas,, de los días previos ala corrida, de la logística del viaje, de los boletines de los sueldos, del apoyo moral al torero.
Carbonell explico por que se pica tanto a los toros en el primer e a pueblos donde el alcalde o el que se siente en el palco no tiene ni idea y a veces nos han cambiado de tercio sin picar al toro” la primera llamada siempre dos toques, a la madre y a la mujer, “con ellas no hablo de toros porque no saben”, no aclaro si saben más o menos que los alcaldes.
Pedro Muriel habló de la soledad, de los kilómetros, del recuerdo, de la sufridora en casa. Por cierto entre el público estaban sentadas cuatro sufridoras que imprecaron a sus esposos por la dedicación intensa al toro, sus mono conversación sobre el asunto taurino. Desde el cariño les echaron la bronca y le metieron las cuerdas, con cariño, pero en todo lo alto.
Cartés habló de la relación con los amigos, que cuando ellos están picando se encuentran de asueto o en trabajos convencionales, también habló de que su único entrenamiento posible es picar.
Manolo Contreras, que tuvo unas bonitas palabras de ánimo para Jesús Márquez acogidas con una sonora ovación, habló del continuo deseo de mejorar, de anteponer eficacia a lucimiento, del compañerismo necesario y de la pasión por una forma de vivir en torero.
El público tomó el testigo y siguió preguntando, el coloquio fue jugoso, nadie se tapó, el ambiente dio lugar a la confidencia,  descubriendo la intimidad de una profesión que se siente grande y ayer lo demostró en Palos de la Frontera.
Enhorabuena a la peña José Doblado que ha demostrado tener sensibilidad suficiente para dar el sitio que merecen estos hombres del toro, genetes que entregan su vida y su juventud a una pasión sabiendo estar en el lugar que les corresponde que no es otro que el corazón del buen aficionado.

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