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jueves, 12 de noviembre de 2009

Ultimo adios a Chamaco

“Vivan los toreros que han tenio dos cojones…de verdad”,

Huelva despidió a Chamaco como figura del torero.

El hogar del matador se convirtió en una peregrinación durante la noche y la mañana de ayer. Por la tarde y en el cementerio onubense Huelva y la gente del toro dieron un último adios con sabor de grandeza a Chamaco.





“Vivan los toreros … que han tenio dos cojones…de verdad”, seguramente no le daran el nobel a Miguel Conde, ni pase su exhorto a los anales de la literatura taurina, es cierto que se podría haber dicho de otras muchas formas, pero de esta manera macandé, sincera y canalla, honda y sentida, todos entendimos y en esa frase, que gritó Miguel Conde mientras llevaba a hombros el cuerpo del maestro a la entrada de la capilla del cementerio, se resumían todos los renglones hagiográficos que se han escrito en las últimas 24 horas. En esa sintagma último ”de verdad” iban todos los epítetos callados y cantados estos dos días.



Después de la sorpresa de la noticia y la honda conmoción que la noticia del óbito del genial matador onubense produjo en las primeras horas de la tarde del miércoles, la madrugada y la mañana de ayer fueron una película en blanco y negro de quien y que supuso el torero de Huelva en la segunda mitad del siglo pasado.


Sin una persona permanece más viva por el número y la calidad de quienes lo recuerdan después de haber pasado el tránsito, la vida de Antonio Borrero Morano se prolongará largamente en la memoria de todos los profesionales del toro de Huelva, Pedro Muriel, Juanlu, Urbano Corbacho, Jorge Buendía, Miguel Conde lo acompañaron en su último paseillo y lo quisieron llevar a hombros en su último triunfo, el del cariño y el respeto de los suyos. Manolo Contreras, Alin, Pepe Chaves, El Niño de la Isla, Toni Garzón, la gente del toro de siempre. Empresarios de la plaza de la Merced, Oscar Polo, Santi Arroyo, empresarios de la plaza de Valverde del Camino, hermanos Santacruz, Ortega, Jesús Medrano miembros de peñas taurinas, de la tertulia Litri, de Tendido 12, de la Divisa de trigueros, del toro de la Cuerda de Villaba, pueblo al que estuvo muy vinculado. Gentes todas que admiraban a un torero de leyenda y quisieron acompañar a su familia en ese último homenaje en el cementerio onubense.





Pedro Rodríguez alcalde de Huelva, ausente por encontrarse en el parlamento andaluz estuvo representado por su esposa Carmen Garrido y el primer teniente de alcalde Manuel Pérez Vigueras, don Diego Sayago, ganaderos de la tierra como José Luis García Palacios, Fernando Cuadri, la marquesa viuda de Seoane tampoco quisieron dejar de mostrar sus condolencias a al familia del torero del matadero.





La noche y la madrugada de este 11 de noviembre pasó lenta e inexorable en la casa de Gobernador Alonso, familiares de las dos ramas de la familia Borrero, amigos, forasteros, gentes del toro de aquí y de allá quisieron acompañar en este difícil trance a Carmen y a sus hijos Antonio y Juan. Nunca permanecieron solos en una larga noche de duelos y de recuerdos, sirvieron de hilo conductor el cariño al patriarca, una anécdota, un comentario, un recuerdo entresacado de una vivencia intensa, como todo en la vida de este Antonio Borrero genial y puro.





El difícil momento en que hubo que sacar el cuerpo de la casa, el ultimo momento de tenerlo “en casa” en la intimidad de una viuda muy afectada, las palabras calladas de unos hijos enteros, por que alguien tiene que ser fuerte, bajar las escaleras en manos de Tono, de Juan, de Pirfo, de sus sobrinos y parientes cercanos. Y el traslado hasta el cementerio donde se agolpaban los fieles que quería dar su último adiós. Múltiples coronas de particulares y oficiales, el destino quiso que sobresaliese a través de la luna trasera la remitida por Miguel Baez, Litri.





Sebastián, Borrero, Chan, hermano de Antonio y matador de toros el primero de una lista interminable y que daría para completar los carteles de San isidro durante una década, Miguel Baez Spinola, su padre, se encuentra en el principado sometiéndose a una operación de cataratas, Eduardo Davila Miura, Enrique Peña, Chicuelo, Diego Puerta, Emilio Silvera, Paco Barroso, Leperito, Fermín Bohóquez, Luis Domecq, Peralta, Martín Pareja Obregón, Eduardo y Antonio Miura, Jaime de Pablo Romero y una larga nómina de matadores, rejoneadores, subalternos y gentes que quisieron honrar la memoria de Chamaco.





La concurrida capilla no permitió el acceso a todo el que quería musitar una última oración para ayudar en su viaje definitivo a este hombre libre, valiente, independiente, poderoso y decidido que tantas singladuras, sólo de ida y solo de solemnidad. emprendió en su vida..





El cuerpo del torero fue incinerado y su familia decidirá en los próximos días donde descansaran las cenizas de Chamaco. El Portil, Las Arenas la Monumental, Garruchena, La Merced, el Matadero, la calle Concepción, son sitios donde siempre habrá una porción del alma grande de Antonio Borrero Morano

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