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domingo, 4 de octubre de 2009

POBRE ESPECTÁCULO EN LA NOVILLADA DE PEREDA EN SEVILLA


FOTO: MATITO www,sevillataurina.com

Este ha sido el resultado de la final de las novilladas de la Maestranza esta tarde en Sevilla. Los novillos de la ganadería de Pereda y La Dehesilla han dado mal juego, y aunque han estado bien presentados, han estado vacíos de raza y de fuerzas.

En el cartel el sevillano Martín Núñez, el madrileño Javier Cortés y el francés Tomás Jouber, que ha resultado cogido en el que cerraba plaza.

Luis Martín sólo pudo poner diosposición y ganas porque se encontró con un primer novillo falto de fuerza y muy descastado al que recibió on gusto en su saludo capotero. Brindó el gitano a su apoderado Curro Robles y sólo pudo dejar detalles de su buen gusto. El novillo fue muy manso y lo cantó desde los comienzos de la faena de muleta, a veces demostró también valor aguantándole parones en la mitad el muletazo. Lo único antiestético fueron las dos veces que tiró la muleta para desplantarse ante los dos novillos, detalle poco torero para la clase de toreo que hace. Mató una certera estocada y dió una vuelta al ruedo tras la petición de oreja denegada.

El cuarto, fue un novillo mucho más noble y agradecido y le permitió lucirse al natural. El novillo comenzó a acortar distancias y de esa manera era imposible mayor lucimiento. Esta vez mató mal y tuvo que usar el descabello y saludó tras escuchar un aviso que sonaba cuando el toro se echaba.

Jaavier Cortés ha demostrado ganas, pero no ha dejado el sello personal pues reo que aún no tiene definidsa su personalidad. En su primero, el de más genio del encierro, puso mucho valor y ganas y recibió hasta tres volteretas que no le sirvieron de nada. Aunque se aplaudió su disposición. En el quinto, el que más se movió lo lanceó bien con el capote, pero luego tod fue más de lo mismo valor y ganas y algún pase suelto que no tuvieron eco en los tendidos. Esta vez mató mal y fue silenciado.

El francés Thomas Joubert se esterlló con un mal lote. En el segundo de la tarde sólo destacó su quietud y valor seco, muy parecido al de su paisano Castella. El toro fue brutote y no le permitió luimiento alguno, así que tras pinchar con la espada, fue silenciado en el único que mató.

El sexto, lo recibió por estatuarios con quietud, pero tampoco pudo hacer nada por sacarle faena. El toro estaba muy aplomado y Joubert muy encima suya. Lo avisó por el pitón izquierdo y en el segundo muletazo y poco antes de finalizar la faena lo hirió menos grave rompiéndole la bolsa escrotal. Matói de una estocada baja Martin Núñez y fue silenciado. En fin, que ha sido una tarde gris para el recuerdo por el pegajoso calor y por el mal juego de los protagonistas.

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