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viernes, 24 de julio de 2009

¿Vas a ver a José Tomás?

El camarote de los hermanos Marx
La plaza de toros de la Merced se va a convertir el próximo día tres en una casa de locos. Tras las colas de la búsqueda de entradas que dan cache y otorgan condición de objeto codiciado, tras el chuleo pertinente con los ansiados boletos sobresaliendo del bolsillo al decuido por los lugares donde alterna el agraciado poseedor de los documentos acreditativos de que el paisa está invitado al espectáculo “de lo más grande”, tras cantarle las cuarenta a la crisis y ser capaz de, como en tiempos de Belmonte, empeñar el colchón, empeñar la suerte, empeñar el empeño y coger a la propia o a la prestada, o la ajena o al ajeno, o al prestado o al pariente de los papeles en regla, colgárselo del brazo, caminito de la Vega Larga, saludos a tutiplén, besos a quien nunca se besa, aspavientos de acera a acera, ponche en el kiosko y entrada triunfal a la piedra ardiente del coso mercedario.
Y dentro, el mundo, el que quiera ser alguien, el de de Ercros que anda a la cuarta pregunta, el del ladrillo que debe hasta callarse y es el que más grita, la rubia de bote y la rubia natural, el de los trajes de regalo, el del taco de siempre, el del dinero viejo, el guiri despistado, el franchute que grita “togeador”, el ingles del traje príncipe de gales, el serrano de las bermudas de flores, el pelentrin de posibles y conocimientos, el cara que se cuela con la barra del hielo, el taurino circunspecto y grave queno aplaude ni al dela CocaCola, el prenda que anda ascendiendo en el partido, un japonés jarto de susi de gambas y ostiones, un camandulero chipichanga y borrachin, con “toó el arte pá colarse”, y uno que pasaba por allí... y los de siempre la afición de Huelva de grana y oro, los cabales. ¿Qué Vd. no va a estar? Ah… ya… las excusas de siempre, que tiene una boda esa tarde, que ese día andará de crucero por el Nilo, que si el entierro de su vecino, que si a su pareja estable no le gustan los toros, que tiene que currar, que … milongas y dos huevos duros, ¿Cuánto daría Vd. De verdad por entrar en el abigarrado mundo ímtimo del camarote de los hermanos Marx? Yo ya he visto en Huelva quien le pone precio a la entrada de la casas de los locos, mil euros por una de sombra y falta una semana., hagan sus apuestas.

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