Páginas

lunes, 25 de mayo de 2009

TARDE DE AVISOS Y DE GANAS, MUCHAS GANAS.

Feria de la Salud. Plaza de Toros de Córdoba. Tercera de abono.
GANADERÍA: Seis erales de Ganadería El Soldado. Bien presentados, mansurrones y de juego desigual.
TOREROS: Iván de Aguilar (verde manzana y oro con remates negros). Estocada y descabello (oreja tras aviso) y pinchazo, estocada que asoma, medía estocada y dos descabellos (ovación con saludos tras aviso).
Diego Dos Santos, (azul y oro). Media estocada baja (oreja tras aviso) y estocada trasera (ovación con saludos tras aviso).
Andrés Jiménez ‘GALLO-CHICO’, (negro y seda blanca). Pinchazo hondo y cuatro descabellos (ovación con saludos tras aviso) y estocada (oreja tras aviso).

Incidencias: Plaza de Toros de Córdoba. Tercera de abono. Menos de un cuarto de plaza en tarde agradable.

Desde los tiempos del extinto Centro Manolete, fundación creada para la promoción de los noveles cordobeses, e incluso desde mucho antes, la novillada sin picadores se ha convertido en un clásico de la feria taurina cordobesa. Habría que plantearse si este tipo de festejos, tienen cabida en un ciclo que hoy por hoy se hace muy largo. Está bien apoyar a los que empiezan, pero vista la pobre respuesta del público, habría que plantearse trasladar este festejo a otra fecha, o bien a otra hora, incluso en horario matinal los días de grandes corridas de relumbrón. Sobre el ruedo los actuantes evidencian sobre todo sus ganas por ser toreros. Luego las cosas salen mejor o peor. Es lo menos que se les puede pedir a los que empiezan, ganas. El oficio y la técnica se aprenden. El pundonor y las ganas de ser gente en el mundo del toro, no.
Abrió cartel Iván de Aguilera que esta placeado y con ello con oficio suficiente para afrontar empresas mayores. Fue el único espada que quiso hacer las cosas con sentido. Trago en su primero al que cuajo una labor correcta con pasajes meritorios que le sirvieron para cortar una oreja. Importante estuvo en su segundo. Un manso que deambulo por donde le vino en gana, hasta que la muleta del joven espada cordobés le plantó cara cuajándole un poderoso trasteo, con buen gusto incluso en algunos pasajes. Lástima que los aceros le jugaran una mala pasada y su esfuerzo, sobre todo por su buen hacer, quedó sin premio.
El portugués Diego Dos Santos es un torero que intenta hacer todas las suertes. Valeroso y variado con el capote. Largas, lances a pies juntos, tafalleras, chicuelinas e incluso lopesinas. También quiere banderillear y lo intenta con buen criterio, pero con resultado desigual. Destacó un meritorio par de poder a poder en su primero y el célebre par de Calafía, que popularizara ese genio azteca llamado Rodolfo Rodríguez El Pana, en el cuarto. Con la muleta ganas, muchas ganas. Unas veces las cosas le salieron y otras no. Está muy nuevo y le queda mucho camino por andar. Puede ser interesante cuando vaya tomando oficio.
Gallo-Chico es un torero muy nuevo. Tanto que le falta mucho por aprender. Eso sí, valor a prueba de bombas y se le atisba un toreo de quietud y cierta personalidad. No se arredró ante los achuchones y volteretas. Se levantó siempre sin mirarse y muy dispuesto a plantar cara a sus enemigos. Mejor en su segundo, al que a base de mucha entrega y con el valor como principal aval, le hizo una faena de menos a más sin importarle como ha quedado dicho los problemas que le planteó su oponente. Sus compañeros habían tocado pelo y se tiró a matar en plan kamikaze. A matar o a morir, eso se llama amor propio, cortando una meritoria oreja con gran petición de la segunda

No hay comentarios:

Publicar un comentario