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domingo, 8 de marzo de 2009

Perera Ponce y Ferrera parten a tres orejas en el cierre de Olivenza

Cuestión de velocidades.
Un buen encierro de Zalduendo, todos los toros potables y de correctísima presentación, Enrique Ponce, de grana y oro orejas y dos orejas. Antonio Ferrera de Azulón y oro oreja y dos orejas Miguel Ángel Perera de Grosella y Oro, dos orejas y oreja. Lleno hasta la bandera. excelente temperatura y más ágil la entrada del sol.

Es la velocidad una palabra poco taurina, los tiempos, el saber andarle, el dar tiempo, saber esperar... si son términos taurinos, dicen los sabios de esto que el temple no es acoplar el movimiento de la muleta a la embestida del toro, sino hacer que el toro sea dominado por la templanza de la muleta del maestro.
Tras el viaje de Olivenza a Huelva traigo la velocidad en la cabeza y de ahí surge la metáfora, Ponce hace tiempo ha marcado una velocidad de crucero, como el moderno aparatito que controla la velocidad de los coches, el asunto es que esta velocidad es altísima, no voy a decir que ilegal, porque este Ponce con esa carita de niño bueno no nos parece un hombre amigo de violar ninguna ley. No hay quien pueda seguir su ritmo de mandón de entresiglos, con el peor lote de la tarde se invento dos toros, dos faenas, dos éxitos, dos avisos, dos obras de arte, dos emociones que sólo el de Chiva pudo imaginar al principio del trasteo. Un tonto gritó "pico" cuando Ponce probaba al primero, el maestro lo miró, le pidió tiempo y le regaló una faena de la casa. Lo del cuarto necesito que me lo expliquen, ¿Por que brinda al público un toro, abanto, manso, bruto, que no seguía el capote de Antonio Tejero? ¿Que había visto el matador? ¿ ¿Por que si no sigue los engaños de su cuadrilla no se cansa después de seguir la muleta que le ofreció el que manda en esto los últimos 20 años? Si que la faena fue a favor del toro, que hizo de enfermero, que la empezó en el burladero de matadores y acabó en la puerta de la enfermería donde partió al toro ya obligándolo en muletazos exigentes, se ganó al público y emocionó y se emocionó, este torerillo que anda ¿cansado, aburrido, y de vuelta? ¿no? colegas de la desinformación taurina.

Que Ferrera anda acelerado es cosa sabida, que de sus pares de esta tarde ninguno fue ortodoxo por la forma de hacer el embroque, de cuadrar y la colocación, no creo que lo dude nadie de quien lo ha visto en la plaza, que a su primer toro sólo lo supo acompañar el viaje es un axioma. Pero este "Ferrari" luego de estos problemas de velocidad es capaz de torear sin complejos ante los mandones en una feria en la que entra para cubrir la cuota del paisanaje, no por su lugar en la fiesta, su gente le arropa y se gusta, nada que decir. Olé a todos, aplaudientes y aplaudidos. Tres orejas para la buchaca del balear a quien le queda que matar corridas muchos menos gratificantes este año. Nos decía ayer Ferrera que los Fuente Ymbros de Olivenza eran hermanos de los que debe matar en Sevilla, Dios nos coja confesados.

La velocidad de Perera es la del Killer, tiene un objetivo, mandar, y se pone a ello sin bullas, sin precipitaciones, en sus ojos brilla el instinto asesino del mandón, la seguridad del que se sabe con todas las armas para triunfar, su primera faena ha sido lenta, despaciosa, majestuosa, de riesgo, de terrenos de orejas, cogidas y galones de capitán del barco.La plaza se volvía loca, el torero firme, oles, huys, ovaciones de pie, la faena de la feria, el torero de la feria y una buena estocada a la segunda. Al más rajado sexto le enjaretó unos pases cambiados de inicio escalofriantes, una pena que se quedara sin toro, sino el lío hubiera sido mayúsculo.

Acaba la feria grande inicio de temporada, el ganado fue a mejor, los accesos también, otra vez Olivenza es el camino, seriedad, torería e imaginación han sabido sortear la crisis con tres llenos de distinta índole.

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