Páginas

domingo, 1 de marzo de 2009

Las razones de Silvera.

Las razones de Silvera.

La presente será una temporada importante en la plaza de toros de La Merced. Veinticinco años hace desde que la vieja plaza se hizo nueva y José Luís Pereda, ese iluminado cargado de onubensismo añejo, logró culminar su afán empresarial y el sueño de una ciudad: la reinauguración del coso de la carretera de Gibraleón.

En estos días la empresa de la Merced pergeña unas Colombinas taurinas que pretende sean referencia obligada en el calendario de la fiesta brava en la piel de toro.

Se cuenta, y yo lo afirmo, que lo de José Tomás “está hecho” y sería la base de una cartelería de postín donde también aparece un nombre grande del toreo de otra época, que ilusiona a Oscar Polo y Carlos Pereda, para el día uno de Agosto en el que Espartaco tendría la posibilidad de celebrar sus treinta años de matador, toreando en la misma ciudad y en distinta plaza, como la eterna estrofa de agua de Machado. Ponce, Perera, toreros de Huelva nacidos lejos de nuestra tierra, podrían ser de la partida. Hermoso y Ventura, podrían engalanar el clásico día de rejones, del cuarto cartel nadie sabe nada. El ocultismo taúrico de la empresa hace imaginar cosas a los aficionados.

Habida cuenta que la corrida de Núñez del Cuvillo esta apalabrada, queda poner dos nombres a la tarde en que retorne a la Merced el de Galapagar. Salvador Boix, su apoderado, suele exigir algún matador más veterano que abra plaza. Las premisas son que sea un matador más antiguo, que “diga algo”, que aporte un mínimo de bagaje y dignidad, que no reste al cartel, que no sea caro y si cubre las dosis de choquerismo pertinentes, miel sobre hojuelas…

Hacer una buena feria en Colombinas tiene algo de alquimia, la cabeza del empresario bulle como el perol de un brujo. Un error en los ingredientes, en sus porciones o en su tempo sería nefasto. La receta es sabia por antigua: dos partes de ganado de garantías, figurones al gusto y tacto florentino a partes iguales, toreros con tirón en taquilla, artistas, gladiadores, alguna novedad que lleve alegría a los tendidos y siempre, el remate, de acuerdo a las viejas tradiciones no escritas, de un torero de la tierra.

Aquí andamos cuando asoma al patio de cuadrillas de ese día grande, con la discreción que ha caracterizado su carrera, Emilio Silvera, un torero que cumple todos los requisitos para abrir cartel el día que José Tomás haga el paseíllo en la Vega Larga, todas las exigencias que el juez más exquisito del mundo pudiera imponer, aderezado además por su onubensismo cabal.Sus más de veinte tardes en la Merced, desde el día siguiente de su reinauguración en que toreó con Lucio Sandín Y Salvador Ortega, un torero que regó con su safena abierta un día 3 de Agosto del 97, su dignidad torera, su bien hacer delante de la cara del toro cada vez que le han dejado hacerlo, sus carteles con los mejores de cada momento: Litri, Ponce, Espartaco, Ojeda, Curro, Manzanares, Joselito… todo un curriculum de torería grande como confirman sus más de diez salidas a hombros, que lo acreditan como candidato casi único a este sitio .Estos argumentos son los apoderados de Silvera, la empresa de la Merced no puede cerrar los ojos a la evidencia y dejar fuera a Emilio Silvera de las Colombinas del 25 aniversario. No sabemos si la feria taurina de Huelva sería peor sin Silvera, lo que si sabemos que su presencia la hará más justa. Su ausencia, sería posiblemente, triste es decirlo, la última injusticia del toro con el torero onubense.

José Tomás, el que manda, no va a poner problemas, se ha anunciado en Salamanca con Revesado, en Valladolid con Manolo Sánchez, en Almería con Torres Jerez, con Barrera y Tomás Sánchez en Fallas, con José Ignacio Ramos en Burgos, todos toreros de la tierra sin relumbrón en el escalafón.

Si, desde época romana, las escuelas de derecho del mundo nos enseñan que la justicia es la voluntad de dar a cada uno lo suyo, dar a Silvera la posibilidad de una tarde grande en Colombinas, es lo mínimo que le debe la Huelva taurina a quien ha empleado su vida en el intento de triunfar en este noble y difícil arte de la tauromaquia por que la fiesta brava nunca debiera dejar a ninguno de los suyos sin la posibilidad de un bello adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario