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domingo, 15 de febrero de 2009

Una abarrotada Sala Plus Ultra certifica el Litrismo intemporal de la Huelva de siempre.

Litri el valor de una vida.

Cajasol da la alternativa al reportaje que CNH monta sobre Litri.


Sólo la distancia que da el tiempo y la perspectiva histórica pueden colocar en su debido lugar a los genios. Decía un torero antiguo que es más difícil ser figurón del torero, apenas ha habido una docena en doscientos siglos, que Papa de Roma, de los que ha habido en torno a cuarenta en el mismo periodo. Pues de esa docena de nombres que se escriben con letras de oro en los libros de honor del toreo, uno es de Huelva, nacido en Gandía pero nieto de “El Mequi” e hijo del “Pollo Litri”, más de Huelva que los cabezos y sin duda, la primera identificación cultural de nuestra ciudad en todo el mundo.
CNH Huelva a través del responsable de la cadena de la información taurina, José Antonio Márquez y de Marta Frías, presentó ayer en Huelva un documental donde certifica y da fe a través de datos, imágenes y testimonio de personajes de máxima relevancia en la vida familiar, social, taurina y cultural de Miguel Báez Spuny.
La presencia del matador homenajeado, el alcalde de Huelva Pedro Rodríguez, el patrono de la fundación Cajasol, José Juan Díaz Trillo, Miguel Báez Spínola, el presidente del consejo de Administración de CNH y Odiel, Francisco Urbano, Emilio Silvera, el periodista Juan Palma, Pedro Macías, dieron realce a una “premier” que, ante la imagen del abarrotado auditorio de Cajasol, volvió a demostrar que Litri siempre llena en Huelva. El lunes a partir de las diez en el CNH se producirá el estreno del magnífico documental.

El documento gráfico, de entorno a los sesenta minutos de duración, se plantea como una referencia necesaria a partir de este momento para quien quiera acercarse a la figura humana y taurina de este gigante del toro, inmortalizada en la Avenida Pablo Rada, de nuestra capital. Pero no sólo esto, será necesario documento de consulta para conocer la Huelva y el mundo taurino de toda una época. Sin gran profusión de datos estadísticos, mandan las imágenes y los testimonios recabados por la ingente labor de José Antonio Márquez y su equipo, que certifican la magnitud e importancia de alguien que mandó de verdad en el toreo en la llamada edad de plata, ante los Ordóñez, Dominguín Camino, Pepe Luís… Caso único de novillero de tanta importancia, que consiguió que el plato fuerte de muchas de las principales ferias del país fueran las novilladas con Litri y Aparicio en el cartel. Críticos taurinos del mayor prestigio, historiadores, taurinos coetáneos y posteriores en el tiempo, políticos, todos los testimonios coinciden en la importancia de la figura de un matador de toros de época, que trascendía con facilidad del ámbito meramente taurino, en unos años donde la repercusión mediática era menor que la actual, toda España conocía al torero de Huelva, y aún allende nuestras fronteras, oceánicas y pirenaicas, era la figura exportable previa al boom mediático del Cordobés.

Onubensismo a raudales el que destila este trabajo artesanal y afectivo, montado y dirigido sin matices ni interpretaciones a favor de la figura emblemática de una Huelva de otra mentalidad, otra población, otra economía, otros intereses y otra forma de entender la vida, que se desperezaba de la postguerra y se acababa donde empezaban los Huertos, casi al final de la calle San Sebastián, junto a la Soledad, donde cada trofeo cortado por el maestro Litri por la plazas de España,,era recibido con el lanzamiento de un cohete, y fueron muchas tardes y hubo tardes que sonaron muchos.

Sin duda una gran tarde de toros, la que cierra el ciclo Los Toros de Cajasol, que este año ha vuelto por la senda del triunfo, con espectaculares entradas, coronadas por las de ayer, que corrobora el litrismo militante de una Huelva que sigue movilizándose cuando se le da pata negra, y si lleva el marchamo de los Báez de la Calle San Sebastián, la entrega es mutua y total.

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